"Jugamos mal ante un rival incómodo", afirma Del Bosque

Vicente del Bosque y Javier Aguirre representaban ayer la cara amarga y alegre del fútbol. El técnico salmantino del Real Madrid no quiso cargar las tintas contra su equipo y restó importancia a todos los acontecimientos ocurridos durante la semana. "Nos hemos encontrado con un terreno de juego incómodo, un clima incómodo y un rival incómodo, cómo Osasuna, y de ahí viene la derrota. Ellos se han mostrado eufóricos, más a gusto en el campo, mientras que nosotros hemos jugado mal", afirmó sin tapujos el entrenador del Madrid.

Del Bosque considero "una casualidad" que los dos únicos partidos perdidos esta temporada se haya producido en semanas con partidos internacionales por el medio. La derrota anterior se produjo en Santander, días después de un España-Paraguay en Logroño, allá por octubre. El salmantino aseguró que estas circunstancias no merecían "ni un recuerdo" por su parte. Nada de excusas. El técnico tampoco quiso entrar en polémicas y declinó hacer declaraciones sobre el gol fantasma de su equipo, un remate de Morientes que dio la impresión de traspasar la raya de meta.

El mexicano Javier Aguirre, su rival de ayer, sin embargo, no dejó de sonreír. Y no era para menos, puesto que había conseguido una victoria vital utilizando el arma favorita del Real Madrid: el buen juego. "Nuestra misión" -aclaró Aguirre- "era tener la posesión de la pelota, porque ellos con el balón te matan. Tienen mucha calidad y practican muy buen fútbol, por eso nuestra idea era presionar y no dejarles el balón".

El mexicano dedicó la victoria a la afición -"se la debíamos"- y rió a gusto cuando conjeturó acerca del futuro. "Dentro de veinte años, si seguimos vinculados al fútbol, recordaremos la victoria sobre el Real Madrid de comienzos de siglo, un equipo que ganaba todos los títulos".

Sin embargo se mostró más serio para valorar a sus jugadores y destacó la labor en conjunto, aunque tuvo palabras de reconocimiento para Manfredini, protagonista del partido por su buen juego y extraordinario gol.

El jugador italiano, que debutaba ayer ante su afición en Pamplona, agradeció la salva de aplausos del público en su despedida y en su macarrónico español, restó importancia a su tanto y alabó a sus compañeros. "Hemos intentado vencer y lo hemos conseguido. Yo estoy contento pero más por todo el equipo que por el gol", subrayó con modestia el ex jugador del Chievo Verona y el Lazio, llegado a Navarra en el mercado invernal.