Candidaturas 'puzzle'

"El partido ha dado pasos en dirección al cambio, pero todavía no se ha producido el cambio", recordaba un destacado dirigente del PSPV-PSOE. Y las candidaturas a las elecciones autonómicas del 25 de mayo, aprobadas el viernes por la federación socialista valenciana, son un reflejo fiel de esta situación. El secretario general del partido de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, ha presentado unas listas electorales donde ha combinado la integración de todos los sectores con vistas a asegurarse la paz interna, con la continuidad de los diputados -independientes o no-, del sector renovador, la mayoría de ellos fichados por el ex secretario general Joan Romero. Los defensores de las listas de Pla recordaban el pasado viernes, después de que las candidaturas recibieran el apoyo casi unánime del partido, que en estos momentos era preferible la estabilidad al proceso de crisis al que se enfrentó la federación valenciana hace cuatro años cuando Romero dimitió, a dos meses de las elecciones, tras negarse a incorporar en las candidaturas los cambios que le exigían algunas de las familias.

Por lo demás, Pla ha sacado adelante un proceso de confección de listas "de quitarse el sombrero", en palabras de muchos de los miembros de su partido, a pesar de que se ha visto condicionado por la necesidad de cumplir con la paridad de sexos. Son listas cremallera, un sistema que sólo se rompe en los puestos frontera -los que según las previsiones del partido se pueden conseguir, pero que son dudosos- que ocupan dos hombres en los casos de Valencia y Alicante, y dos mujeres en el de Castellón.

El dirigente socialista adelantó primero el proceso de aprobación de listas y ha mantenido después silencio sobre su composición hasta poco antes de su ratificación, restándole así presión al proceso. Pla quitó importancia a las listas y concentró el trabajo del partido en otros frentes: la oposición del PSPV a la privatización de Canal 9, la manifestación contra la guerra en Irak, y el traslado del caso Aguas de Valencia al Congreso de los Diputados, donde la semana pasada preguntó al ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, sobre sus vinculaciones con la sociedad privada.

El pasado jueves, cerca de las ocho de la tarde, el vicesecretario general del PSPV-PSOE, José Luis Ábalos, daba a conocer las candidaturas socialistas a las Cortes Valencianas. Unas listas agridulces. Pla había integrado a la práctica totalidad del partido a costa de sacrificar a algunos de sus más estrechos colaboradores, como José Ignacio Pastor (secretario de Comunicación e Innovación) o Francesc Baixauli (secretario de Formación) .

El ajuste más duro se produjo en Valencia. El enfrentamiento más fuerte entre Pla y su secretario de Organización, el lermista Vicent Sarrià (número 3 por Valencia), se produjo por la diputada María Antonia Armengol. Los lermistas exigieron su inclusión, pero Pla insistió en que la alcaldesa de Gandia, Pepa Frau, vinculada al lermismo, iba de número dos. Pla optó por Frau. Otra incógnita era cómo conservar en puestos de salida a los diputados Antoni Lozano (portavoz de agricultura), el diputado Andrés Perelló (portavoz adjunto) y la diputada independiente María José Mendoza (del área de sanidad), a los que Pla quería mantener en el grupo parlamentario por su trabajo. Los dos primeros entraron y a la tercera la desviaron a un puesto de salida en la candidatura por Castellón. De su entorno más inmediato, Pla colocó en los puestos cuatro y cinco a Nuria Espí, responsable de Asuntos Sociales, y Toni Such, secretario de Administraciones Públicas.

Ana Noguera, ex portavoz del Ayuntamiento de Valencia, y la diputada Carmen Ninet, ahora en la Mesa de las Cortes, estuvieron en el aire hasta poco antes de cerrarse la lista, pero entraron. Noguera, que suena como número dos del PSOE por Valencia para las elecciones generales de 2004, contó con el apoyo expreso de la dirección federal y de miembros de la corriente Izquierda Socialista, a la que pertenece. Carmen Ninet contó con el respaldo de los asuncionistas y de su agrupación comarcal de Camp de Túria.

De cabezas de lista por Alicante y Castellón, Pla ha colocado a dos alcaldes: Diego Macià (Elche) y Joaquim Puig (Morella). En la candidatura por la circunscripción de Alicante, los lermistas colaron en un puesto de salida a la ex diputada María Ángeles Rochell, en contra, según fuentes del partido, del propio secretario general y candidato, Joan Ignasi Pla.

Los nuevos fichajes de independientes se han visto reducidos finalmente a dos. Vicente Escrig, ex presidente de la federación de bandas de música, que va de cinco en la lista por Alicante, y Amparo Marco, profesora de Economía Aplicada de la Universitat Jaume I y dirigente del movimiento vecinal, que ocupa el número dos por Castellón. Esta economista reforzará en las Cortes el área de Economía, cuya portavocía ocupa la diputada Cristina Moreno, que continúa en el Parlamento después de barajarse su posible paso al Ayuntamiento de Valencia. La tercera incorporación prevista, que no se consumó, fue la de la secretaria de la Unión de Consumidores (UCE), Ana Zarzuela, que cayó de la lista.

"Son unas candidaturas ganadoras", concluyen fuentes del partido cercanas a Pla. Ganadoras porque el secretario general las ha confeccionado en un escenario de victoria electoral. Por el contrario, otros sectores del partido califican las listas electorales de Pla de "riesgo cero" y de "poco vuelo". En cualquier caso, Pla cuenta con un fuerte elemento de cohesión y con unos sondeos electorales que colocan al PSPV cerca de poder formar gobierno después de la cita electoral del próximo 25-M.