La capital recupera la normalidad una hora después de la manifestación

Sobre las diez de la noche, una hora después de que acabara la manifestación contra la guerra, que congregó a un millón de personas, la capital recuperó la normalidad, según fuentes policiales. El metro reforzó su servicio y duplicó el número de convoyes que circularon por las cinco líneas que acudían al recorrido de la manifestación. "Se han puesto tantos trenes como un día laborable en hora punta", señaló una portavoz de Metro.

Unos 500 agentes del Cuerpo Nacional de Policía (sobre todo, antidisturbios) se encargaron ayer de controlar la seguridad de la manifestación, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. A éstos se unieron otros 200 policías municipales de la capital, cuyo principal trabajo fue la regulación del tráfico y el desvío de la circulación por las calles aledañas al recorrido de la marcha. Este dispositivo fue uno de los mayores conocidos en los últimos años. La Puerta del Sol permanecía cerrada anoche al tráfico, ya que bastantes personas se quedaron concentradas hasta la madrugada, según la Policía Municipal.

Unos 200 operarios apoyados por 70 vehículos y máquinas especiales se encargaron de limpiar las calles por las que transcurrió la manifestación de Madrid. El dispositivo extraordinario de limpieza desplegado por la Concejalía de Limpieza Urbana del Ayuntamiento de Madrid trabajó antes, durante y después de la marcha, especialmente en la Puerta del Sol y sus aledaños, donde acabó la manifestación.

El Samur-Protección Civil no tuvo que atender ningún incidente grave durante la marcha. De hecho, este servicio sanitario no había establecido ningún dispositivo especial, ya que consideraron que se trataba de "una manifestación pacífica", según un portavoz. Éste informó de que sólo habían trasladado dos ambulancias de voluntarios a la zona.