España gana la Copa de Europa en pista cubierta
La victoria se produjo después de un rocambolesco desenlace
España consiguió la victoria en la primera edición de la Copa de Europa en pista cubierta, disputada en Leipzig, donde se vivió un momento de desconcierto y carambolas en la prueba de relevos, la que decidía el ganador. El equipo español, que fue descalificado y no ganó un sólo punto, se benefició de la sanción a Rusia y de un accidente de Nils Schuman, el gran ochocentista alemán, al que se le cayó el testigo y sólo pudo ocupar el quinto puesto. Con los mismos puntos que Alemania, pero con más victorias, España ganó la competición.
Todo estaba preparado para el éxito del equipo español, que llegó a la última prueba con cuatro puntos de ventaja sobre Alemania y siete sobre Rusia. El triunfo parecía asegurado, más aún tras la excelente carrera de Santiago Ezquerro en la primera posta (200 metros) del denominado relevo sueco: 200, 400, 600 y 800 metros. Pero esperaba el desastre: Ezquerro y Salva Rodríguez, segundo relevista, no acertaron a coordinarse en la entrega del testigo. El traspaso se produjo fuera de los límites reglamentarios, circunstancia que invalidó el segundo puesto en la prueba. España no sumó ningún punto. Tampoco los rusos, que se creyeron ganadores pero fueron descalificados por una acción antirreglamentaria. Y a los alemanes no les sirvió el quinto de puesto tras el error de Schuman. Sólo les permitió empatar con España, que había sumado más victorias.
Por encima del sorprendente desenlace y del carácter menor de la competición, la victoria tiene el mérito de confirmar la excelente salud del atletismo español. Aunque la supresión de algunas pruebas de lanzamientos y saltos beneficiaban a España más que a ningún otro equipo, también es cierto que la Copa de Europa sirve de indicador de algunas tendencias del atletismo en el continente. Sin necesidad de competir con los notables del equipo, la victoria estuvo protagonizada especialmente por atletas jóvenes. Entre los consagrados, sólo acudieron Yago Lamela, que venció en salto de longitud con 8,09 metros, y Manolo Martínez, segundo en el lanzamiento de peso. Lamela alcanzó el primer puesto en el último salto, tras verse superado por el ruso Gataullin y el británico Tomlinson.
Como siempre, los mediofondistas fueron decisivos en el éxito. Higuero se impuso con gran autoridad en los 1.500 metros y lo mismo ocurrió con El Nasri en 3.000. En el caso de Higuero comienzan a apreciarse los signos de madurez necesarios para su despegue. El Nasri ocupó el puesto de Alberto García. Su actuación no tuvo tacha. La cosecha de puntos se acercó a todas las previsiones, favorecida por la ausencia de pruebas como el triple salto o el salto con pértiga, siempre dañinas para los españoles.
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