Políticos y periodistas visitan la capilla ardiente
Numerosos políticos y compañeros de profesión acudieron ayer al tanatorio de la M-30 de Madrid para dar su último adiós a Emilio Romero, que falleció el pasado miércoles a los 85 años. La capilla ardiente quedó abierta ayer a las 10.30, y desde el principio contó con la presencia de los tres hijos del periodista.
El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, se desplazó hasta el tanatorio y definió a Emilio Romero como "una persona que representa la historia del periodismo español". El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, destacó a Romero como "un maestro de periodistas" y quiso subrayar su consistencia cultural, su gran capacidad de trabajo y la vinculación con Madrid.
Jesús de la Serna, consejero de PRISA (empresa editora de EL PAÍS), ex presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid y ex director de Informaciones, calificó a Romero como "un periodista excepcional y un inmenso amigo mío". También Chumy Chúmez señaló que el fallecido "levantó el periodismo de aquella época". Su hija, Mariví Romero, contó los consejos que su padre le dio para moverse en el mundo de la prensa: "Lucha y vete a la calle, la calle es como la selva". "Y eso hice", recordó.
El paso de periodistas por la capilla ardiente fue constante a lo largo del día de ayer. Allí estuvieron, entre otros, Miguel Ángel Gozalo, Ana Rosa Quintana, Raúl del Pozo, José María García, Jesús María Amilibia o Manolo Molés. Acudieron también el dibujante Forges, el humorista Moncho Borrajo y los ex ministros Fernando Suárez e Isabel Tocino, así como numerosos trabajadores que le conocieron durante su etapa de director en el diario Pueblo.
Emilio Romero será enterrado hoy en el cementerio de la localidad madrileña del El Pardo. El cortejo fúnebre saldrá a las 10.30 del tanatorio.
