La Virgen de Guadalupe ficha por la privada
Según un reportaje de la revista Proceso, el rector del santuario de la Virgen de Guadalupe ha firmado un contrato de exclusividad que liga a la figura más exponente de la religiosidad y del nacionalismo mexicano con una empresa de mercadotecnia de EE UU. Las cláusulas ligan a la guadalupana hasta 2005, y será el próximo mes de marzo, al cumplirse un año del contrato, cuando en las arcas de la basílica se reciban los primeros cinco millones de dólares de los doce y medio que se aseguran en el acuerdo. A éstos se sumarán los beneficios de las ventas que se deberán repartir a medias entre el exclusivista y la Iglesia. Así, todos los derechos de imagen de la Virgen de Guadalupe pertenecen ahora a los gringos de Viotran. La basílica, su rector, monseñor Diego Monroy (único firmante eclesiástico del contrato), se compromete a que cada uno de los artículos contará con "la bendición especial" de él mismo o del arzobispo primado de México, monseñor Norberto Rivera, que hasta ahora ha permanecido en silencio ante la tormenta afectiva y la polémica legal que se han suscitado. La frase más escuchada en el entorno de los responsables del patrimonio cultural mexicano y entre especialistas de Derecho Canónigo es "¡no puede ser!". O simplemente se entiende que es una pura y simple "traición" a los intereses culturales del país. Especialistas en derechos de autor atribuyen la propiedad de la Virgen "a todo el pueblo mexicano", cuando no al orbe católico en su conjunto, ya que la veneración de esta imagen se extiende por todo el mundo latinoamericano.
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