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Signos

Juan de Mena, universal y cordobés

'Laberinto de fortuna' inaugura la colección 'Clásicos Andaluces' de la Fundación Lara

La universalidad de Juan de Mena, poeta de referencia en lengua española en el siglo XV, quedó patente en su obra cumbre, Laberinto de fortuna, traducida, estudiada y disfrutada por amantes de la literatura de diversas épocas y procedencias culturales. Su condición de cordobés la pregona él con orgullo en una estrofa: "¡O flor de saber e de cavallería!/ Córdova madre, tu fijo perdona/ si en los cantares que agora pregona/ non divulgare tu sabiduria;/ de sabios valientes loarte podría/ que fueron espejo muy maravilloso:/ por ser de ti mesma, seré sospechoso;/ dirán que los pinto mejor que devía".

La identidad cultural andaluza es el novedoso hilo conductor que escoge ahora la Fundación José Manuel Lara para la colección literaria que inaugura el volumen de Juan de Mena, con edición de Miguel Ángel Pérez Priego. "La idea primera es que apostamos por la existencia de clásicos andaluces. Aunque Andalucía no ha sido una unidad administrativa o política hasta hace relativamente poco tiempo, sí hay una identidad cultural marcada por una triple vertiente; la hispano-latina, la hispano-árabe y la hispano-judía", explica el director de la colección, el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Málaga José Lara Garrido.

El director de la Fundación José Manuel Lara, Javier Harillo, abunda en esta idea: "El peso de los escritores andaluces en la literatura española sí se ha valorado, pero cuando se hacen colecciones de clásicos, se mezclan autores de distintas nacionalidades. Nuestra idea es recuperar el patrimonio cultural andaluz e intentar que llegue al público en general y particularmente a las escuelas".

La colección, que lleva año y medio gestándose y que irá llegando a las librerías a razón de cuatro tomos anuales, se centra en la producción literaria comprendida entre los siglos XIV y XIX. "No descartamos que algún día emprendamos una nueva colección con autores más actuales, pero creemos que éste es el espacio más necesitado de un rescate crítico", apunta el profesor Lara.

Al título que ayer se presentó en Málaga le seguirán en los próximos meses una antología de Poesía andaluza de cancionero, con edición de Álvaro Alonso Miguel, y la poco conocida novela Morsamor, de Juan Valera, a cargo de Leonardo Romero Tobar. En principio, la Fundación tiene seleccionados 24 volúmenes que recogerán la obra de autores como Fray Luis de Granada, Francisco Delicado, el Duque de Rivas, Nicolás Salmerón o Emilio Castelar, entre otros.

Las ediciones están presididas por un criterio filológico, aunque, según destaca Lara, "su ambición no es académica, sino que más bien se busca proporcionar a un público culto el placer de un libro bien trabajado que le permita acercarse a escritores muchas veces olvidados".

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Autores 'de segunda'

El director de la colección señala que se ha incidido "precisamente en la búsqueda de personajes que durante mucho tiempo se han considerado de segunda fila, pero que tienen una indudable calidad literaria". "El mismo Góngora", abunda, "no fue reivindicado hasta que llegó la Generación del 27, y la importancia de su obra es incuestionable".

Pero como la colección pretende ofrecer una visión general, no en todos los casos se apuesta por recuperar la obra completa. "En algunos casos, como el de Fray Luis de Granada, haría falta una colección sólo para él. Pero queremos que la colección sea homogénea, y que los libros no excedan las 400 páginas. Por eso en ocasiones utilizamos la antología de un mismo autor, otras veces una antología de varios autores, y otra la publicación de una obra significativa", dice Lara.

Todos los volúmenes cuentan con un aparato crítico nacido de la comparación de distintas familias de manuscritos, una reseña biográfica y una explicación de la obra, tanto en el plano formal y compositivo como en su contexto histórico y literario.

La colección permitirá paladear de nuevo versos necesarios como éstos del cordobés precursor del humanismo: "Es la prudençia çiençia que mata/ los torpes deseos de la voluntad/ sabia en lo bueno, sabida en maldat,/ mas siempre las vías mejores acata;/ destroça los viçios, el mal desbarata,/ a los que la quieren ella se combida;/ da buenos fines, seyendo infinida,/ e para el ingenio más neto que plata".

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