Botella vincula la criminalidad con inmigrantes amparados por las mafias

Ana Botella, esposa del presidente del Gobierno y número tres en la lista del PP al Ayuntamiento de Madrid, tiene ya una explicación para el incremento de la delincuencia en Madrid y para los cuatro homicidios registrados en la región el pasado miércoles. La subida de la criminalidad se debe a la llegada de "inmigrantes ilegales que entran [en España] sin papeles y al amparo de las mafias", según Botella. Y eso, a pesar de que la policía carece aún de indicios que permitan saber la nacionalidad de los autores de los tres homicidios de esta semana, que están sin aclarar. El supuesto autor del cuarto homicidio, ya detenido, es un español de 28 años con antecedentes por robos.

Ana Botella declaró lo siguiente en Medina del Campo (Valladolid), al ser preguntada por falta de seguridad ciudadana de Madrid: "España es un país en el que, en los últimos años, se han creado cuatro millones de puestos de trabajo. Esto atrae a personas de otros países que piensan que aquí hay una oportunidad para ellos. Y esto, que sin duda es bueno porque supone que nos hemos desarrollado y que somos capaces de dar trabajo a otras personas, trae otros problemas, como es menos seguridad que hace un tiempo".

Sin embargo, una horas después rectificó sus declaraciones iniciales. "Sin duda me he expresado mal, ya que ése no es mi pensamiento. Siempre he pensado que los trabajadores que entran en España son necesarios. Todos debemos trabajar por la integración. A veces ocurre que lo inmigrantes ilegales que entran sin papeles y al amparo de las mafias producen problemas de inseguridad", añadió.

Estas declaraciones suponen aventurar la resolución de los homicidios registrados en Madrid, ya que ayer fuentes policiales reconocieron que las investigaciones permanecen abiertas y no se descarta ninguna hipótesis sobre el móvil de los asesinatos. Dos mujeres y dos hombres murieron a tiros y a cuchilladas en Madrid, Alcalá de Henares y Valdetorres del Jarama. Sólo está detenido el supuesto autor de este último crimen (un español), mientras que no están aún identificados los culpables de los otros casos.

"Irresponsable"

La candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid, Trinidad Jiménez, calificó de "superficial, irresponsable y poco informada" a Ana Botella. "Hay que recordar que el abandono de la seguridad pública ha sido una política que su marido se ha encargado de poner en marcha", señaló Jiménez.

Los responsables del PSOE e IU, sin embargo, pidieron medidas sociales concretas para acabar con la criminalidad. El candidato socialista al Gobierno regional, Rafael Simancas, apostó por cuatro medidas urgentes para intentar acabar con la creciente delincuencia que sufre Madrid. Entre ellas, la incorporación de 3.000 policías más, la lucha activa contra las mafias organizadas, mayor coordinación policial y adoptar medidas sociales para acabar con las bolsas de marginalidad.

La candidata de IU al Ayuntamiento de la capital, Inés Sabanés, propuso un paquete de medidas "estructurales y de fondo" para luchar contra la inseguridad en las calles, con "políticas sociales potentes" y fórmulas de "reequilibrio y cohesión", informa Efe. "El PP sólo habla, habla y habla y llevamos ocho años sin coordinar policías, sin desplegar agentes de proximidad y sin invertir en investigación, ni en medidas de cohesión", subrayó.

Mientras, el ministro del Interior, Ángel Acebes, anunció en el Congreso que la Comunidad de Madrid recibirá antes de finales de mes 500 nuevos agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los sindicatos policiales calificaron de "insuficiente y electoralista" este anuncio. Las centrales coincidieron en que la región precisa más policías para aumentar la presencia de agentes en las calles.

José Ignacio Cervigón, del Sindicato Unificado de Policía (SUP), recordó que los nuevos 500 puestos no cubrirán las prejubilaciones y los traslados de este año. "Muchos compañeros se marcharán de Madrid porque se ha vuelto muy conflictivo", señaló Cervigón. De los 500 nuevos policías, 15 irán destinados a Torrejón; otros 15, a Coslada, y el resto, salvo 30 que estarán en la Dirección General de la Policía, tendrán sus puestos en las comisarías de la capital y la Jefatura Superior, según los sindicatos.

José Canales, de la Unión Federal de Policía (UFP), cifró en unos 3.000 agentes los que necesita Madrid para luchar contra la criminalidad: "Algunas comisarías como Alcalá o Getafe están por debajo del 60% de los puestos que deberían tener". Isidoror Zamorano, de la Asociación Nacional de la Policía (ANP), recordó que los 500 nuevos funcionarios "son pocos para afrontar la criminalidad".