Un supuesto error humano causa un accidente de ferrocarril que se salda con 22 heridos

El choque de una locomotora y un tren de cercanías entre las estaciones de El Goloso y Fuencarral causó ayer heridas a 22 personas, tres de ellas de carácter moderado, y el resto, leve. El accidente se produjo cuando el tractor de maniobras golpeó por la parte trasera a los seis vagones del convoy en el que viajaban pasajeros procedentes de Tres Cantos y Cantoblanco. Según precisaron los viajeros, el tren iba muy despacio por la curva existente a la altura de Valdelatas y ya se había parado por falta de electricidad en dos ocasiones anteriormente.

El accidente se produjo sobre las 11.35 a la salida de un túnel que pasa bajo la carretera de Colmenar Viejo (M-607), a la altura de Valdelatas. El tren, según explicaron los viajeros, circulaba a poca velocidad. "Ya se había parado dos o tres minutos antes en medio de la vía. Además, cuando hemos salido de la parada de Cantoblanco ha tenido que parar y echar marcha atrás porque había salido antes de lo debido e iba muy cerca de otro tren", señaló Angélica Guerrero, una de las pasajeras del tren accidentado.

El choque se registró en una curva muy amplia y con gran visibilidad, fuera del túnel. "Hemos oído un ruido muy grande, muy grande, que no se me olvidará en toda la vida. En ese momento ha comenzado a salir mucho humo de la parte trasera del tren", explicó Juan Antonio Cobo Benito, pasajero del último vagón del convoy de cercanías, con el que colisionó el tractor de maniobras.

Tras el choque se vivieron momentos de mucho nerviosismo entre los 45 pasajeros del tren. Algunos comenzaron a gritar que la gente se bajara pronto porque el tren iba a explosionar, por lo que llegaron a vivirse momentos de histerismo. "La gente ha saltado al medio del campo y se ha alejado del tren. Algunos no podían bajar y han tenido que ser ayudados por otros", comentó Dicena Caballero, una estudiante de Magisterio Musical.

"Cuando ya estábamos parados, hemos visto a un hombre que venía desde delante del tren, que iba dando tumbos y que estaba sangrando por el cuerpo y los brazos. Creemos que era el maquinista, que resultó herido por la fuerza del choque", explicó Lorena Grossocordón, alumna de Historia del Arte.

Al lugar se desplazaron varias ambulancias del Samur-Protección Civil y bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que comenzaron a trasladar a los heridos hasta los puestos de los sanitarios. "En un principio, cuando la gente ha comenzado a llamar pidiendo ayuda, nos ha dicho que era un choque entre dos trenes, pero al final todo se ha quedado en un gran susto", comentó el subinspector de los bomberos Joaquín Sáez Murcia.

Traslado en tren

El choque se saldó con 22 heridos de diversa consideración. Una joven de 18 años, Ana Clara A. del R., sufrió la fractura de una tibia. Esta herida fue montada en un otro convoy que circulaba en dirección a Madrid y fue recogida por los facultativos de una UVI móvil del Samur, que la trasladaron al hospital Ramón y Cajal. El segundo herido de carácter más grave fue el conductor del tractor de maquinaria, Manuel M. P., de 43 años, que sufrió un traumatismo craneoencefálico de carácter moderado. Éste pidió ser trasladado al hospital Gregorio Marañón, ya que en este centro trabajaba su esposa, según comentaron fuentes del Samur. El tercer herido de carácter moderado fue el jefe de maquinistas de la locomotora.

El resto de los heridos, de entre 18 y 55 años, fue atendido de contusiones y golpes de carácter leve producidos por la virulencia del accidente. Trece de ellos fueron trasladados al hospital Puerta de Hierro y a la clínica La Moncloa para ser sometidos a estudio radiológico. Los psicólogos del Samur estuvieron hablando con los pasajeros que salieron ilesos del accidente para tranquilizarles. Siete de ellos sufrieron crisis nerviosas y procesos de ansiedad.

La compañía Renfe emitió ayer un comunicado en el que explicaba que ha abierto una investigación interna. "A falta de una investigación definitiva, Renfe ya ha realizado una primera inspección, que apunta a un posible fallo humano en la conducción del tractor de maniobras, que fue el que alcanzó por cola al tren de cercanías", concluía el citado comunicado.

Durante toda la mañana se produjeron retrasos en las líneas de cercanías C-1 (Alcobendas-Atocha), C-7 (Colmenar Viejo-Atocha) y la C-10 (Tres Cantos-Galapagar). La normalidad en la circulación fue restablecida a mediodía, según fuentes de Renfe.