La encuesta refleja que la mayoría relaciona inseguridad e inmigración
Uno de cada siete declara que ha sido víctima de algún delito en los últimos meses
La inseguridad ciudadana es el cuarto problema que más preocupa a los españoles, según la encuesta de Opina para EL PAÍS. Se sitúa, con un 21,6% de las respuestas, inmediatamente después de la inmigración. Y se relaciona directamente con ésta cuando a los encuestados se les pregunta por los factores que contribuyen al aumento de la inseguridad ciudadana.
Desde hace dos años, España sufre un crecimiento sostenido e imparable de las tasas de criminalidad que discurre paralelo a la pérdida de efectivos en las Fuerzas de Seguridad del Estado (hay 6.000 agentes menos ahora que hace seis años). El Gobierno ha prometido para combatir esta peligrosa tendencia la contratación en los próximos años de 20.000 policías y guardias civiles.
Cuando se pregunta a los ciudadanos, vinculan mayoritariamente el crecimiento de los delitos con la situación de la inmigración irregular (extranjeros que llegan a España sin permiso de trabajo ni de residencia y que se mueven en la marginalidad). El 56,8% de los encuestados señala este aspecto como factor determinante para el crecimiento de la inseguridad ciudadana. A continuación, citan el aumento de la marginación y la pobreza (44,7%), las toxicomanías y a los drogodependientes (33,1%), y la exclusión y el desarraigo social por la imposibilidad de acceder al mercado de trabajo (31,5%).
La mayoría de los ciudadanos a los que ha preguntado el Instituto Opina mantienen que la mejor solución para combatir este problema es endurecer las penas judiciales (48,3%), algo que está impulsando ahora el Gobierno, y aumentar las Fuerzas de Seguridad del Estado (algo que ha prometido el Ejecutivo). Un 68,8% de los preguntados cree que en su barrio hay ahora la misma presencia policial que hace un año.
A continuación (40,5%) se sitúan los que prefieren la prevención aconsejando desarrollar reformas educativas más cívicas, los que defienden más inversión en política social (34,1%) y los que apoyan mayores medidas de reinserción social de los delincuentes (27,5%).
Un 50,5% se ha enterado de las reformas legales que impulsa el Gobierno del PP para combatir el aumento de la delincuencia mientras que el 44,9% no sabe nada de estas iniciativas.
Entre los que conocen las intenciones del presidente José María Aznar de "barrer de las calles" la pequeña delincuencia, la mayoría no se lo cree. Un 46,6% de los encuestados desconfía de este compromiso del presidente y tan solo el 19,2% cree que lo podrá cumplir.
En el último año, los delitos conocidos en las grandes áreas urbanas (aquellas ciudades con más de 50.000 habitantes) volvieron a crecer por encima del 5%. Se regitraron 1.400.000 delitos durante todo el pasado ejercicio.
Uno de cada siete encuestados (13,5%) reconoce que durante el pasado año sufrió algún tipo de delito. El 28,2% responde que ha conocido a algún familiar o amigo que también ha padecido una agresión de este tipo. La mayoría de los delitos estaba relacionado con robos. Las infracciones penales más comunes son, según el sondeo, el robo de coche, cartera o bolso, el atraco y el robo en domicilio.
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