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Condenada a año y medio de cárcel la niñera que casi asfixia a un bebé con una almohada

La Audiencia Provincial ha condenado a un año y seis meses de cárcel a una niñera que, para acabar con los llantos de la pequeña de 21 meses a la que cuidaba, puso una almohada sobre su cara y apretó hasta que se calló. En ese momento avisó a una vecina y a la abuela de la niña, que la llevaron inconsciente a un hospital, donde le salvaron la vida.

Así lo acuerda la Audiencia Provincial de Madrid en una sentencia que absuelve a la acusada, Cinthia Wendy C. E., de 24 años y natural de Bolivia, del delito de asesinato en grado de tentativa por el que el fiscal reclamaba para ella nueve años de prisión, y la condena por lesiones con la circunstancia atenuante de arrebato y la agravante de abuso de confianza. El Tribunal de la sección decimoquinta de la Audiencia también establece que la procesada debe indemnizar a los padres de la niña con 3.000 euros.

La sentencia, contra la que cabe recurso, recuerda que Cinthia trabajaba como empleada de hogar de la familia y tenía entre sus funciones el cuidado de los niños. Sobre las 17.45 del 20 de noviembre de 1998, con intención de acabar con los llantos de la niña, "aplicó una almohada sobre la cara de la menor, apretando sobre ella entre uno y dos minutos, hasta que se calló". Al darse cuenta de que la pequeña estaba casi sin vida, la acusada avisó a una vecina y envió también al hermano de la menor, de seis años, a buscar a la abuela de ambos, que vive en el portal contiguo.

Las dos llegaron rápidamente y, al comprobar el estado de la niña, decidieron trasladarla con urgencia a un sanatorio próximo. Allí fue atendida y luego llevada en una ambulancia al hospital del Niño Jesús. La sentencia explica que en la ambulancia la niña comenzó a recuperarse e ingresó ya consciente en el centro hospitalario, donde se le observó "rigidez y relajación de esfínteres, mordedura en el labio superior y espuma en ambas comisuras labiales". La menor permaneció ingresada cinco días.

Un diario

La sentencia agrega que en enero de 1999 la madre encontró en una habitación un diario de la niñera, en el que había frases como "la he asfixiado con la almohada", "ya no aguantaba más, no es la primera vez que lo hago, pero esta vez fue grave" y "gracias a Dios resucitó". La madre no presentó entonces denuncia, aunque sí decidió despedir a la niñera.

Casi dos años después, en noviembre o diciembre de 2000, los padres de la pequeña volvieron a ver a una mujer, que por sus rasgos físicos les recordó a Cinthia, en un parque "con un niño de corta edad, al que zarandeaba", por lo que decidieron entonces interponer una denuncia. La sala argumenta que la niñera, al taparle con una almohada, generó un peligro concreto sobre la vida de la menor, pero posteriormente "realizó actos encauzados a impedir el resultado de muerte de la víctima".

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