Microsoft se enfrenta a la cultura del código abierto con la idea del 'código compartido'
La empresa ofrece a las agencias gubernamentales de seguridad acceder al corazón de su sistema operativo. Esta apertura permitirá, por ejemplo, tranquilizar a China sobre la existencia de 'puertas traseras' en Windows
Microsoft ha anunciado que abrirá el código fuente de su sistema operativo Windows a las agencias de seguridad de los gobiernos. La oferta puede alcanzar a una sesentena de países con los que deberá llegar a acuerdos bilaterales sobre lo que desean conocer de las tripas de Windows. Quedan excluidos, por razones legales, los países hacia los que Estados Unidos no permite exportar tecnología de doble uso. Esta medida es un paso más dentro de la política de código compartido que lanzó la compañía hace tres años para facilitar la tarea a empresas colaboradoras y para enfrentarse al auge de la cultura del código abierto. Bajo condiciones, estas empresas pueden conocer porciones del código fuente de Windows para facilitar la tarea de sus integradores o desarrolladores sobre Windows.
Ahora, con este programa dirigido a los gobiernos, éstos podrán consultar en línea el 97% del código de Windows. Para conocer el 3% restante, la tecnología más sensible, los representantes gubernamentales deberán acudir a los cuarteles de la firma en Redmond (Washington). El acuerdo permitirá a los gobiernos desarrollar su propio programa de cifrado y, en colaboración con los técnicos de Windows, crear aplicaciones concretas en función de sus intereses. La OTAN y Rusia ya han suscrito acuerdos con Microsoft, que está en negociaciones con otras 20 organizaciones. El código fuente son miles, o millones, de líneas de programación que albergan las instrucciones para que un programa funcione.
Tradicionalmente, las empresas que desarrollan un programa no permiten a los usuarios conocer los mecanismos técnicos del mismo. Es el código propietario. La aparición del sistema operativo Linux y de la filosofía de GNU (General Public License) supuso un cambio. En el caso de Linux, el código es abierto y libre, puede ser conocido y usado gratuitamente por todos. Quienes hagan un desarrollo deben publicar la mejora para que aproveche a la comunidad. Ello no excluye que haya empresas dedicadas al negocio de la implantación del mismo y al desarrollo a medida del cliente.
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