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Reportaje:

La televisión abandona a los niños

Las grandes cadenas han eliminado la programación infantil de la tarde en favor de magacines y 'telerrealidad'

Pablo Ximénez de Sandoval

Toda una generación de entre 20 y 40 años retiene en la memoria sintonías, canciones, decorados, personajes o incluso capítulos enteros de su programa favorito de la tarde, cualquiera que le tocara en su niñez entre Un globo, dos globos, tres globos (1976) y el último Barrio Sésamo (1999). Pero sus hijos están condenados a recordar de mayores las historias del mundillo del corazón, que copan hoy día toda la parrilla de las tardes en las cadenas generalistas españolas. La razón, según los programadores, es puramente comercial. Los niños de ahora no son suficientes para atraer publicidad.

La programación infantil vespertina ha desaparecido de la televisión en España. El resto, apenas series de dibujos extranjeras, ha quedado relegada a las mañanas y los fines de semana. Incluso ahí, su tiempo se ha reducido un 5% de media en la última década. Padres y expertos han detectado esta tendencia, que obliga a los niños a refugiarse en los vídeos o los canales temáticos de la televisión de pago para encontrar una programación adecuada.

Manuel Cereijo, subdirector de infantiles y animación de Televisión Española, razona que "los niños no son un público lo bastante consistente como para justificar una mayor programación en la franja de tarde". Según datos de Sofres, los espectadores entre 4 y 12 años son un 6,5% del total. Es decir, una audiencia que aunque se concentrara toda en un solo programa seguiría sin ser competitiva. En TVE ha habido un trasvase de estos contenidos de La Primera a La 2, que ahora emite el 80% de la programación infantil pública. "TVE la mantiene como servicio público, y lo que ofrece es adecuado al número de niños que hay en España", afirma Cereijo.

Por la tarde reserva una hora para el público menudo, pero la ocupa con Alf, una serie de perfil familiar, más amplio, y rodada en 1984. "El niño es el público más agradecido de la audiencia", asegura Cereijo. "Puedes repetir un programa y lo siguen viendo, incluso con más afición que la primera vez. Les gusta saber lo que va a pasar. Como cuando piden un cuento que ya se saben". El pasado jueves, Alf apenas sumaba una media de 424.000 espectadores, frente a los 1.793.000 de A tu lado, en Tele 5, los 1.663.000 de Cerca de ti, en La Primera, o los 1.384.000 de Sabor a ti, en Antena 3.

Al otro lado de la pantalla, la asociación de padres de alumnos CEAPA reclama "más esfuerzo" en programación infantil. Lola Abelló, miembro de la junta directiva de CEAPA, afirma que "no existe una programación pensada para los chavales, con un equipo específico. Ahora tienen la televisión matinal, que son sólo series". En el pasado Foro Mundial de la Televisión Infantil, celebrado en Barcelona el pasado noviembre, "hubo profesores que se quejaron de que los niños llegan tarde a clase porque no salen hasta que acaban los dibujos", recuerda Abelló.

Pero los niños no dejan de ver televisión porque no haya programas para ellos. Los espectadores entre 4 y 12 años ven una media de 33 minutos de televisión en horario de sobremesa (14.00 a 17.00), 29 minutos de tarde (17.00 a 20.30) y 41 minutos por la noche (20.30 a 24.00), según datos de audiencia de Sofres medidos el pasado diciembre. En el ranking de programas más vistos a lo largo del año 2002 entre los espectadores menores de 12 años, el primero propiamente infantil (Las aventuras de Jimmy Neutron) ocupa el puesto 14º.

Ahora ya no hablan de Epi y Blas o de Heidi, sino de los personajes de Operación Triunfo o de Gran Hermano, que son el tema principal de los talk-shows o magacines de ese horario. "Hemos detectado", apunta Abelló, "que ahora los niños están al día de todas las historias de adultos" que se cuentan en esa franja de televisión. "Los niños ven lo que les echen. Es muy penoso, porque se les roba la infancia. Ven contenidos para adultos desde pequeños".

Alberto Carullo, director de Antena de Tele 5, reconoce que "aunque sigue existiendo el público infantil, el consumo está más difuminado que hace años. Antes había un pico de audiencia a las 17.30 y a las 18.00, pero ahora se reparten más por todo el horario", explica Carullo. "No hay un pico tan pronunciado que justifique la programación infantil por la tarde". Para Carullo, "es cierto que es un público abandonado". "El niño es un espectador importante, pero en minoría", razona. Tele 5 mantiene unas cinco horas de infantiles los fines de semana por las mañanas, con una contundente cuota de pantalla del 24%.

Los principales beneficiados de esta tendencia son los canales temáticos de pago. Pablo Romero, director de programas de Canal Satélite Digital (CSD), afirma que "se está creando una gran bolsa de público para la televisión digital. Los niños que tienen CSD lo utilizan el 50% del tiempo que ven televisión". Los canales infantiles Nickelodeon, Disney Channel, Playhouse Disney, Fox Kids y Cartoon Network son la joya de la plataforma digital en cuanto a ingresos publicitarios. El perfil de abonado a CSD tiene 2,8 hijos, por encima de la media española, y vive en municipios de más de 200.000 habitantes. ¿Y qué pasa con los niños de pueblo? "Espero que estén jugando en las plazas", ironiza Romero.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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