El futuro se complica

La Bolsa cierra su tercera semana consecutiva de alzas, 0,30% en el Ibex 35, en medio de un ambiente que apunta un cambio de tendencia por los últimos acontecimientos en Oriente Próximo y porque los datos económicos apuntan más hacia un nuevo enfriamiento que hacia la recuperación.

La situación geopolítica ha sufrido un importante vuelco en los últimos días, con el agravante de que ha coincidido con la publicación de unos datos económicos negativos en Estados Unidos que apuntan más hacia un nuevo enfriamiento económico que hacia la esperada recuperación. Los inversores han actuado en consecuencia y el desmantelamiento de posiciones ha estado a punto de truncar la trayectoria alcista del mercado, aunque al final se ha cerradola tercera semana consecutiva de ganancias.

El Ibex 35 termina esta semana con una subida del 0,30% y en el conjunto del ejercicio suma una ganancia del 6,98%, la principal entre los grandes mercados europeos. El índice general de la Bolsa de Madrid sube en la semana el 0,17% y en el año gana el 5,70%.

A lo largo de la semana, el tono belicista de Estados Unidos hacia Irak puso de nuevo el problema de una posible guerra entre los asuntos a considerar por los analistas, situación que se agravó el pasado jueves por el resultado de las inspecciones sobre el terreno.

Los inversores, en general poco convencidos todavía de las posibilidades de subida de los mercados a corto y medio plazo, no han resistido el impacto conjunto de la posible inminencia de una guerra y de los malos datos de las economías de la UE y Estados Unidos, y la corriente vendedora amenaza con barrer los buenos resultados cosechados hasta el momento.

En Europa se conoció el dato del PIB alemán del año pasado, con un crecimiento del 0,2%, que pone en solfa la capacidad inmediata de recuperación, al tiempo que en Estados Unidos la confianza de los consumidores en el mes de enero se ha desplomado, según datos de la Universidad de Michigan.

El descenso de los mercados en la jornada que cerraba la semana tuvo todo el aire de un portazo a la orientación alcista que se había impuesto en esta primera parte del año, cuando la posibilidad de una guerra parecía alejarse.

En términos generales, los mercados han vuelto a los planteamientos que se manejaban en las últimas semanas de diciembre, en los que se imponía el miedo a un deterioro de la situación geopolítica con final bélico y a su impacto sobre la evolución de la economía.

Si en estas primeras semanas del año inversores y analistas habían jugado con la posibilidad de una solución política a los problemas de Oriente Próximo y ello permitió a los inversores centrarse en la evolución de los beneficios empresariales, ahora todo ha vuelto al nivel cero y la incertidumbre es otra vez el término más utilizado por los analistas.