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Reportaje:

El desafío de las gasolineras 'blancas'

Las instalaciones independientes, el 10% del mercado, son libres para fijar el precio de venta

Las gasolineras independientes en España compran carburante al operador que mejor oferta aporte y son libres para fijar el precio de venta al público. Si formasen una red comercial conjunta, representarían la tercera posición en el ranking nacional con más de 600 gasolineras y una cuota de mercado del 10%, detrás de Repsol con 3.704 y Cepsa con 1.700.

Una estación de servicio independiente puede ser rentable con un volumen de ventas que no supere los tres millones de litros anuales
Del total de estaciones libres existentes en España, 500 son de marca 'blanca' y las otras 100 pertenecen a varios hipermercados

La estaciones denominadas blancas, que no llevan los colores de ninguna petrolera en sus marquesinas, forman la mayor parte de las instalaciones independientes con una cifra aproximada de 500 puntos de venta. La mayoría pertenecen a empresarios que han decidido levantar un negocio sin el amparo de una petrolera. También hay estaciones blancas que, en su día, llevaron los colores de una bandera, pero que han recuperado su libertad al no renovar el contrato de suministro con la compañía abanderante.

El resto, se trata de un centenar de instalaciones que pertenecen a hipermercados y representan un 1,6% del mercado libre. Tienen un gran apoyo por parte de la Administración con un régimen especial y una normativa mucho menos exigente en comparación con las demás estaciones. El hecho de que estas gasolineras tengan una política muy agresiva de precios y utilicen la gasolina como producto gancho, provoca que las estaciones de servicio de su entorno bajen ostensiblemente los precios. La principal diferencia entre una estación de servicio libre o blanca y una abanderada es que esta última no puede determinar el precio de venta, sino que la petrolera que le abandera se lo marca diariamente.

Para que una estación de servicio abanderada sea rentable, tiene que vender un mínimo de tres millones de litros anuales; por el contrario, una estación de servicio independiente puede ser productiva con unas ventas inferiores a esta cantidad. La explicación está en que su margen de beneficio por litro es mucho mayor que el de una estación no independiente.

Mientras que un gasolinero abanderado tiene una comisión fija media de cuatro céntimos por litro (siete pesetas), el independiente puede obtener un margen de beneficio de ocho céntimos por litro (14 pesetas). Como contrapartida, el empresario libre tiene que hacer frente a todas las inversiones y a los costes de mantenimiento de la instalación. Asimismo, corre un riesgo mucho mayor al no tener el respaldo de una petrolera en caso de movimientos alcistas en el precio del petróleo. El beneficio del empresario libre depende del precio internacional del crudo y, en caso de ascensos rápidos, puede acumular pérdidas en su gasolinera o incluso tener que cerrar. En cambio, los abanderados cuentan con el apoyo económico de la petrolera que, según se estipule en cada contrato, sufraga ciertos gastos, como promociones dirigidas a los clientes, mantenimiento de marquesinas, surtidores, etcétera.

Competencia de precios

El precio de venta al público medio por litro de una estación de servicio blanca depende de la competencia que haya en su entorno, pero por lo general es inferior al de las estaciones con marca de la petrolera. Respecto a la aceptación de su imagen, no tan conocida como la de las grandes operadoras, Andrés Delgado, presidente de la Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicio (Apes) afirma que teniendo en cuenta que el consumidor español, a la hora de elegir donde repostar, lo primero que valora es que la estación de servicio esté cerca de sus trayectos habituales y, en segundo lugar, que esté asistida por personal cualificado, se puede concluir que poca importancia tiene la marca que ostente la gasolinera: "Nuestros asociados realizan un gran esfuerzo por contar con personal suficiente para dar un buen servicio y atender con prontitud a sus clientes".

Apes agrupa a cerca de 200 gasolineros con más de 500 estaciones de servicio en propiedad, algunos vinculados a un contrato en exclusiva y otros que compran los combustibles a cualquier operadora autorizada por el Ministerio de Economía. Se creó en 1990 y su principal objetivo es conseguir la liberalización de la distribución de combustibles en gasolineras en España.

En 1999, la Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicio de Andalucía, que en aquel entonces era de ámbito regional, presentó una denuncia ante el Servicio de Defensa de la Competencia de España, la que concluyó en julio de 2001 con dos resoluciones del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) para Repsol y Cepsa, respectivamente. Las resoluciones dieron la razón a la asociación, ya que, según el TDC, las petroleras cometen una infracción a la Ley de Defensa de la Competencia por fijar ellas los precios de venta al público en las estaciones de servicio que conforman sus redes comerciales. En definitiva, el Tribunal ha intimado a Repsol y a Cepsa a dejar de fijar los precios de venta al público en las estaciones de servicio, ya que tienen que ser los propietarios y/o gestores de las mismas los que deben hacerlo. Si esto se llevara a la práctica, habría más estaciones de servicio que se convertirían en independientes.

Proyecto empresarial

Han existido recientes intentos de crear una asociación o grupo empresarial a nivel nacional de todas las gasolineras libres, pero, de momento, sigue siendo sólo un proyecto. En cambio, sí se han producido, en los últimos años, diferentes movimientos asociativos por regiones entre los empresarios de gasolineras blancas, para hacer frente a las dificultades de un mercado tan competitivo y dominado por la supremacía de las petroleras. Su objetivo principal es la negociación de precios más ventajosos en el carburante y en el resto de productos que se pueden encontrar en una gasolinera. Una de las primeras agrupaciones fue Gali Oil, con 21 estaciones adheridas en Galicia que llevan su propia marca. Degesco actúa como una central de compras para conseguir mejores condiciones, se constituyó en 1999 y agrupa a 32 estaciones de servicio del Levante español. A principios del año pasado nació la Sociedad Comercial de Petróleos de Castilla y León, a la que pertenecen más de 30 empresarios que han dotado a sus gasolineras de la marca Repostar.

Respecto al volumen de litros vendidos de todas las estaciones independientes Andrés Delgado afirma que no existen estadísticas oficiales, "ya que ninguna Administración ha creído en esta forma de venta de combustibles. No obstante, cada día es mayor el número de empresarios que deciden apostar por el mercado independiente".

Delgado señala que está convencido de que en España llegará la liberalización real del sector y que "una vez que podamos actuar como en el resto de la Unión Europea, el propietario de estaciones de servicio podrá verdaderamente entrar en el mercado, lo que, sin duda alguna, beneficiará sustancialmente al consumidor".

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