Un maestro inolvidable
Blancas: R. Letelier. Negras: M. Najdorf. Defensa India de Rey. Montevideo, 1954.
1 d4, Cf6 / 2 c4, g6 / 3 Cc3, Ag7 / 4 e4, d6 / 5 f3. Cb-d7 / 6 Ae3, c6 / 7 Dd2, e5 / 8 d5, c5 (es mejor simplificar el centro con 8... c - d5) / 9 Cg-e2, a6 / 10 g4, Tb8 / 11 Cg3, h5 / 12 g5, Ch7 / 13 h4, f6 (parece una imprudencia; 13... Da5, para continuar con ... b5, parece mejor) / 14 Dg2, f - g5 / 15 h - g5, b5 (aprovechando que el peón no puede capturarse por el jaque en a5) / 16 c - b5, a - b5 / 17 T - h5!!? (muy pocos jugadores del mundo de entonces se hubiesen atrevido a sacrificarle una torre al Viejo, que por entonces estaba en su apogeo, con semejante desparpajo; uno de ellos era este René Letelier, un táctico formidable con toneladas de confianza en sí mismo) 17... g - h5 / 18 Cf5, 0-0 / 19 g6, Ch-f6 (si 19... Df6 / 20 g - h7 j., R - h7 / 21 C - b5, etcétera) / 20 Dg5, c4 / 21 C - d6, b4 / 22 Cc-b5, c3 / 23 b - c3, b - c3 / 24 Ah3 (Letelier ha sacrificado una torre para luego completar el desarrollo y organizar el ataque, como hiciera Tartakower contra Maroczy en una partida clásica) 24... Cb6 (debe ser el error decisivo) / 25 C - c8, C - c8 / 26 Ae6 j., Rh8 (diagrama) / 27 0-0-0! (siempre, la audacia en su nivel extremo; la amenaza, como es obvio, es 28 Th1) 27... Te8 / 28 Af7, Cd6 (ya no hay nada efectivo) / 29 Th1, Cg8 (el maestro chileno René Letelier remata ahora su formidable faena con lujos de guerrero triunfador) / 30 T - h5 j., Ah6 (si 30... C - h6 / 31 T - h6 j. y mate; Najdorf espera sobrevivir después de 31 T - h6 j., Rg7, pero ni esa oportunidad tendrá) / 31 g7 j., y las negras abandonaron. Hay mate en la siguiente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.