Pumpido, otro emigrante forzoso
El torneo Clausura de la Liga paraguaya terminó hace casi dos meses para el Olimpia, que fracasó y lleva mucho tiempo pensando exclusivamente en el Madrid. La ausencia de partidos oficiales no parece preocupar a su técnico, el argentino Nery Alberto Pumpido: "Nos viene bien el parón. Ganamos la Copa Libertadores tras terminar el Apertura. Ahora también tenemos la ventaja de estar más frescos".
Pumpido (Santa Fe, 1957) se ha convertido en el primer técnico argentino que se proclama campeón de América dirigiendo un equipo extranjero. En su país se le recuerda más por su carrera como portero (Unión, Vélez, River Plate y Betis), en la que vivió además la experiencia de ganar la Copa del Mundo de México 86 junto a Valdano. También jugó la siguiente la de Italia 90, pero se rompió una tibia en el segundo partido, ante Rusia, y fue sustituido por Goycoechea. No volvió a vestir la albiceleste.
Su experiencia en los banquillos es muy pequeña. Tras dos discretas temporadas al mando del modesto Unión de Santa Fe, se convirtió en uno más de los muchos técnicos argentinos que tuvieron emigrar para encontrar un trabajo digno. Y lo consiguió casi por casualidad. En enero llegó a Asunción para hacerse cargo del Olimpia. El club había recibido las negativas de otros entrenadores con mucho más nombre, como Pacho Maturana o Carlos Bilardo. Precisamente fue el ex seleccionador argentino el que recomendó a Pumpido al presidente del Olimpia, Osvaldo Domínguez. Tras dejar el fútbol en activo, Pumpido había colaborado con él en el Boca preparando a los guardametas.
Domínguez tuvo que vencer las reticencias de la hinchada del Olimpia ante la contratación de un técnico con poca experiencia para dirigir a un club en la Copa Libertadores, considerada como una especie de santo grial. Pero la dureza de esa competición era ya muy conocida por Pumpido, que la había ganado con el River Plate como jugador, igual que la Intercontinental, en 1986.
Pumpido se encontró un equipo con carácter competitivo, pero con un ambiente enrarecido por las tensas relaciones entre la plantilla y el presidente, con el que el técnico ha tenido que ejercer de mediador ante sus frecuentes arrebatos de ira contra los jugadores. En la eterna polémica entre menottistas y bilardistas -fue dirigido por los dos técnicos- dice no tomar partido, una postura de la que Valdano suele decir que "hace falta mucha puntería para situarse ahí". Pero Pumpido reconoce que Bilardo ha sido el entrenador del que más ha aprendido, dato que se refleja en el estilo de sus equipos, con una marcada vocación defensiva y mucha capacidad de sufrimiento. Su éxito con el Olimpia tuvo un gran eco mediático en Argentina, donde unos meses antes no encontraba quien le contratara. Su celebridad como jugador y la enorme rivalidad entre argentinos y brasileños llevó a la prensa bonaerense a celebrar el triunfo sobre el São Caetano en la Libertadores con un curioso titular en el diario deportivo Olé: "Che, Pumpido, ¿cómo se dice huevos en guaraní?".
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