Las Ventas busca empresario
Cinco ofertas intentan desbancar a los Lozano tras 13 años al frente de la plaza
La plaza de Las Ventas, primera del mundo y cátedra del toreo, aguarda nueva gestión. El pasado 28 de octubre se dieron a conocer los nombres y propósitos de las seis empresas que optan a hacerse con su dirección durante las dos próximas temporadas, que puede prorrogarse tres años más. Los hermanos Lozano, gerentes durante los últimos 13 veranos, son los enemigos a batir en un año marcado por las elecciones autonómicas de mayo. La Comunidad de Madrid, propietaria de la plaza, deberá decidir en breve (probablemente, esta semana) qué empresario heredará Las Ventas.
La comunidad debe dar con los guardianes no sólo de las esencias del arte del toreo, sino de unos ingresos anuales de 5,28 millones de euros. Esa cantidad ingresó la Administración el año pasado, como está estipulado, por el 20% de lo vendido en entradas y el 30% de los derechos de televisión.
En 2001, la Comunidad de Madrid ingresó 5,28 millones de euros de Las Ventas
"Nosotros tenemos ilusión y aportamos estabilidad". José Luis Lozano se siente seguro. Las cifras hablan a su favor. En 1990, él y sus hermanos tomaron la gestión de Las Ventas de manos de los Chopera con casi 800.000 entradas vendidas por temporada. En 2001, las taquillas de la plaza sirvieron 1.501.901 localidades. Como logro más destacado, Lozano cita la introducción de la televisión en directo en 1993, cuando Canal + retransmitió por primera vez íntegra la feria madrileña. "Para hacerse una idea de lo que eso ha significado, un dato: las figuras han pasado a cobrar entre seis y siete veces más. La televisión ha cambiado este negocio", dice. "Pero hay que ser realista: la fiesta no está en su mejor momento. Y no hay que creer a los que hablan de músicas celestiales", añade.
El primer rival de Toresma II (así se llama el sello de los Lozano) es Justo Ojeda, que da voz a la candidatura Cibeles Toros. Según el que fuera empresario de Zaragoza, el principal problema de Las Ventas es que "se ha abandonado su carácter de plaza de temporada". "Los Lozano", continúa Ojeda, "han tenido suerte. Su mejor año ha sido el último. Pero eso no oculta lo básico: ahora mismo sólo importan las ferias de San Isidro y de Otoño". Lozano replica: "Las figuras no quieren venir a Madrid más que lo imprescindible. ¿O es que hay que recordar que antes de que llegáramos nosotros hubo veranos que se cerró Las Ventas?".
Pero ése, según el empresario de Zaragoza, no es el mayor obstáculo para llegar a Las Ventas. El principal problema para los candidatos excepto para los Lozano, afirma Ojeda, "es político". "Las elecciones autonómicas del próximo año harán que los políticos sean más conservadores de lo que son habitualmente. Ya se sabe que a puntos iguales, gana la banca, y la banca, ahora mismo, es la actual gerencia". Pero Ojeda no tira la toalla. "Renovarse o morir. Espero que eso sí lo entiendan los que mandan".
En cualquier caso, y en lo que a la gestión se refiere, los cinco aspirantes coinciden en señalar como talón de Aquiles de la dirección saliente el supuesto abandono del carácter de Las Ventas como plaza de temporada. La firma Balañá Plaza de Las Ventas, de la familia que tradicionalmente ha estado ligada a la plaza de Barcelona (que no tiene feria, sólo temporada), hace hincapié en una "oferta realista" que, en palabras de Pedro Balañá, "supondría un cambio no traumático, sino equilibrado". En este caso, el empresario obvia el asunto de las elecciones: "Si pensáramos que no es un proceso limpio, no nos hubiéramos presentado", afirma. El acento de su oferta está en la promoción de la fiesta como una opción más entre muchas otras de simple ocio. Si Ojeda insiste en la necesidad de llevar a las figuras a las tórridas tardes de verano ("se haría depender su participación en San Isidro a su comparecencia en el mes de julio"), el empresario catalán subraya la necesidad de modernizar los servicios de entradas y de atención al cliente.
Y puesto que de modernizar la tauromaquia se trata, nadie deja pasar la oportunidad para postularse adalid de los nuevos tiempos. Roberto Espinosa, portavoz de Ruedo Madrileño, sigue la estela ortodoxa de los ya citados y se postula con una candidatura "ambiciosa, pero realista". De mínimos, en cuanto que se comprometen a cumplir lo que proponen: la defensa del carácter de temporada de la plaza y "la atención al público y al abonado con una modernización adecuada". Ésas son las líneas maestras de una empresa en la que figura Curro Romero a modo de albacea de las esencias: "No es un presidente decorativo, sino que ofrece su saber, buen hacer, conocimiento y personalidad", dice Espinosa.
Curro Vázquez es el abanderado de Servicios Banf 2000. El empresario francés Simón Casas figura como hombre fuerte de una firma de la que Vázquez destaca su empeño por la promoción y "el cuidado de los que empiezan". Junto a la creación de dos ferias más (la Paloma en agosto y la del caballo en septiembre), este grupo propone más novilladas sin caballos, una escuela de picadores y una especial sensibilidad para importar desde Europa algo de comprensión a la fiesta. "Simón Casas", comenta Vázquez, "como empresario taurino que tanto ha avivado la fiesta en Francia, puede dotar a los toros de una proyección inédita fuera de nuestras fronteras". El maestro insiste en que la afición será el objetivo único al que piensa entregarse en cuerpo y alma, y aportar "romanticismo".
La Monumental Siglo XXI, candidatura del empresario Paco Dorado, desea "acercar a los jóvenes al mundo taurino y conservar la autenticidad del espectáculo". En relación a lo que falta: "Imaginación y variedad. A la fiesta le sobran señoritos e intrusos con ganas de lucirse por los callejones, y le faltan taurinos currantes que sepan imprimir ilusión y bohemia, que les mueva su afición y no sólo el dinero".
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