El Barça recurre a 11 precedentes, uno con Figo, para evitar el cierre del campo
El club alega ante Competición que el resultado de los incidentes "no fue objetivamente grave"
El Barcelona recuerda hasta once precedentes, "similares o más graves", que se quedaron sin sanción, uno de ellos con Figo como protagonista cuando era azulgrana y otro ocurrido el 4 de marzo de 2001 en el clásico disputado en el estadio Bernabéu, en el pliego de alegaciones que presentó ayer ante el Comité de Competición con la intención de evitar el cierre del Camp Nou por los incidentes del pasado sábado en el encuentro contra el Real Madrid. A la espera de la respuesta del comité y de la intervención de la Comisión Antiviolencia, el proceso puede alargarse varias semanas.
El Barcelona entiende que "la doctrina del Comité de Competición no permite la aplicación de una sanción grave [de uno a tres partidos de cierre] o muy grave [de cuatro a toda la temporada]" en el caso del Camp Nou y, a tal efecto, analiza once de las últimas decisiones disciplinarias adoptadas. Las referidas a los encuentros siguientes: de 1999, Rayo Vallecano-Badajoz (20 de junio), Málaga-Sevilla (mismo día), Elche-Albacete (29 de agosto), Alavés-Mallorca (5 de diciembre), Alavés-Racing (8 de diciembre) y Rayo-Barcelona (22 de diciembre); de 2000: Rayo-Atlético (16 de febrero), Osasuna-Logroñés (11 de marzo), Osasuna-Recreativo (4 de junio) y Betis-Espanyol (5 de diciembre), y de 2001: Real Madrid-Barcelona (4 de marzo).
Dos de esos partidos tuvieron como protagonista al propio Barcelona y en uno de ellos Figo fue el agredido. El club azulgrana recuerda el acta arbitral del encuentro disputado en Vallecas el 22 de diciembre de 1999: "En el minuto 43, cuando Figo se disponía a lanzar un saque de esquina, fue alcanzado en la zona del cuello por un objeto". Y añade que en el transcurso del juego fueron arrojados al campo diversas cosas, entre ellas "dos petardos, dos botes de refresco, un palo y varias pilas, que impactaron en el árbitro asistente".
Igualmente se reseña que en el Madrid-Barcelona del 4 de marzo de 2001, cuando Figo ya era madridista, se produjeron varios incidentes, entre ellos "el lanzamiento de un teléfono móvil cuando Guardiola se disponía a lanzar el primer córner y de otro objeto que impactó en Sergi, así como una agresión de un espectador a Reina, consistente en un golpe sobre su estómago, con el que protegía el balón, y después otro en su espalda".
Al pliego de alegaciones y en respuesta al expediente de Competición, que tiene por objeto analizar la responsabilidad del club en los incidentes, el Barcelona ha añadido otros diez argumentos, tales como que su estadio nunca ha sido clausurado (únicamente en una ocasión, en 1925, se cerró el de Les Corts, durante la dictadura del general Primo de Rivera, porque los espectadores silbaron la marcha real).
El escrito, firmado por el secretario y portavoz de la directiva azulgrana, Josep Maria Coronas, insiste en que el Barça adoptó todas las medidas de seguridad que se le requirieron, "acordadas con las fuerzas de seguridad del Estado y con el coordinador de Seguridad"; recuerda que "antes y después de los incidentes se mantuvo el normal desarrollo del juego"; que "no existió una actitud violenta contumaz, colectiva o tumultuaria", y que "el resultado de los incidentes no fue objetivamente grave, salvo para la imagen del club". Destaca igualmente que los jugadores barcelonistas "colaboraron a calmar a los exaltados" y que "no peligró la integridad física de los árbitros ni la de los jugadores". Entiende asimismo que "los incidentes no dieron ventaja al equipo, sino que le perjudicaron", y que sólo son atribuibles "a una minoria del público".
Para el club, debería ser determinante que "ninguno de los objetos lanzados impactó en los participantes en juego y, además, los únicos objetos contundentes, como una botella de cristal vacía y un teléfono movil, ni siquiera llegaron a impactar en el interior del terreno de juego".
El Barça notifica finalmente que "adoptará las medidas disciplinarias contra los autores de los incidentes", cuya tarea de identificación está en marcha.
Cruyff pide responsabilidad
Justamente en esta línea, Johan Cruyff, ex técnico azulgrana, afirmó ayer: "Hay que investigar bien lo que pasó y tomar decisiones, que no es tan difícil". "No hay que mirar sólo quién tira las cosas, sino cómo llegan los objetos al campo", prosiguió; "no hablo sólo del Barcelona-Madrid, sino también de lo que ha pasado en Sevilla y en más sitios".
Cruyff entiende que hay muchas partes responsables en el asunto. Entre ellas, citó a los medios de comunicación, los aficionados y los dirigentes: "Si la prensa escribe hace dos años que Figo no se atreve a tirar los córners, ¿qué va a hacer luego? Tirarlos.". Y remachó: "El problema es que nadie se ha dado cuenta de que hace diez años esto iba a empezar. Hoy estamos peor en este sentido".
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