H. Taylor Howard, pionero de la televisión por satélite y las antenas parabólicas
H. Taylor Howard, un pionero de la televisión por satélite y especialista de comunicaciones de radio de la NASA, murió el pasado 13 de noviembre cuando la avioneta de un solo motor que pilotaba se estrelló al poco de despegar del aeropuerto de Calaveras County, en California. Tenía 70 años y vivía en la localidad californiana de San Andreas.
Howard era profesor de ingeniería eléctrica en la Universidad de Stanford en 1976, cuando diseñó un sistema de antena con forma de gran plato en el jardín de su casa. Utilizaba el plato para sintonizar programas que los proveedores de contenidos de la televisión por cable transmitían vía satélite a las compañías de cable para que éstas los redistribuyeran a sus abonados. Después de ver películas de la Home Box Office (HBO), les escribió una carta en la que metió un cheque de 100 dólares en pago por su programación. HBO le devolvió el cheque con una nota en la que explicaba que hacían tratos con las grandes empresas de cable, no con particulares.
Howard escribió entonces un libro técnico, The Howard terminal manual, en el que explicaba esta tecnología a sus colegas ingenieros. También ayudó a montar Chaparral Communications, que construyó y vendió los receptores y el equipamiento auxiliar. Esos receptores pronto se hicieron algo común en las zonas rurales como San Andreas, que se encuentra en las estribaciones de las montañas californianas de Sierra Nevada.
En un momento dado, HBO y otras empresas hicieron frente a la creciente amenaza que suponía que los usuarios finales recibieran su programación directamente y sin pagar mediante la codificación de su señal. El nuevo negocio se paró entonces hasta que los ingenieros descubrieron la manera de comprimir señales para receptores domésticos que pudieran tratarse con receptores más pequeños y baratos. Eso allanó el camino para el crecimiento de las empresas de televisión por satélite con abonados, como Direct TV.
Howard trabajó frecuentemente para la National Aeronautics and Space Administration, a la que ayudó en su esfuerzo por seguir al Sputnik durante su vuelo espacial pionero y también supervisó experimentos para comprobar la atmósfera de Venus, Mercurio y Júpiter, junto a la Satellite Broadcasting and Communications Association, un grupo de trabajo que Howard ayudó a fundar en 1987.
Henry Taylor Howard nació el 5 de abril de 1932 en Peoria, Illinois. Era hijo de Henry Howard, ejecutivo de Caterpillar, y de Florence Finlay. Tras terminar sus estudios en 1955, se convirtió en investigador en Stanford. Entró en la Facultad en 1973 y en 1982 llegó a ser profesor emérito.
Howard empezó a volar siendo un adolescente. Su hijastro, Bryan Files, de 37 años, también murió en el accidente que costó la vida a Howard, a quien sobreviven su esposa; su primera mujer, Ann T. Kerr; un hijo, Craig, de Seattle; dos hijas, Gail Benton, de Seattle, y Leslie Howard, de Palo Alto, California; una hijastra, Christa Files, de El Dorado Hills, en California, y dos nietos.
Las aficiones de Howard reflejaban su fascinación con la tecnología de la comunicación. En los últimos años había sido miembro de un grupo informal de unas 250 personas que se comunicaban por señales de microondas rebotadas en la Luna, afirmó Allen Katz, editor del boletín de ese grupo.
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