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Entrevista:JUAN CÁNOVAS CUENCA | Presidente de la Confederación del Segura

`Los ayuntamientos no se han involucrado en el problema de la calidad del agua del Segura`

Cuando era un chaval y se bañaba en el Segura nunca imaginó que algún día sería el administrador de ese río y, mucho menos, que una juez lo sentaría en el banquillo de los acusados para responder penalmente de que ni él ni nadie pueda ya refrescarse en las aguas del río, por la grave contaminación que soporta. Juan Cánovas Cuenca, de 56 años, doctor en Ingeniería Agrónoma y abogado, preside desde el 21 de junio del año 2000 la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), una administración que él califica de "paraguas" en el que otros gestores públicos y particulares refugian impunemente sus responsabilidades en la contaminación del río. La naturalidad con la que admite que el río está contaminado, que sigue recibiendo vertidos y que de él se roba agua se torna en firmeza cuando rechaza que la situación del Segura afecte a la salud de las personas; y en un cóctel de ira con impotencia cuando se le pregunta por su imputación judicial.

"Las ranas, que son animales muy sensibles a la contaminación, ya cantan en Orihuela"
"Aún desconozco los motivos por los que una juez me va a sentar en el banquillo"

Pregunta. Usted administra un río paradójico: muy revuelto y a la vez de aguas tranquilas, escasas y oscuras, muy oscuras. ¿Ve la forma y el momento de clarear el asunto, de que por el Segura vuelva a correr agua limpia?

Respuesta. Conozco cómo funciona el río y sé que éste, en muy poco tiempo, va a tener una calidad de su agua por encima los estándares admitidos. Es una convicción avalada por este dato: el índice general de calidad del Segura entre octubre de 2001 y octubre de este año ha aumentado hasta alcanzar, en casi todos sus tramos, los parámetros aceptables. Hay un problema en Rojales (último tramo del río camino de su desembocadura en Guardamar), donde se ha detectado un exceso de sal disuelta en el agua, relacionado con el poco caudal que circula en este momento.

P. Pero el agua sigue siendo negra, y quizás, mientras el líquido no claree, los ciudadanos no perciban una mejoría.

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R. En la ciudad de Orihuela ya cantan las ranas. Eso tiene un significado especial, porque esos animales son muy sensibles a la contaminación. No obstante, todavía estamos conquistando el futuro.

P. Existen informes demoledores del Instituto Nacional de Toxicología que concluyen que el agua del Segura no cumple la legislación.

R. Las normativas europeas, o están transpuestas o no son vinculantes. Y en eso hay confusión. No hay que olvidar que el plan hidrológico de esta cuenca no marcó el objetivo de potabilidad ni vida piscícola en el último tramo del cauce. No obstante, desde el tramo viejo de la presa de Rojales hasta Guardamar ya se está pescando. Los informes de Toxicología hay que considerarlos.

P. ¿Afecta la contaminación del Segura a la salud de las personas?

R. Rotundamente no. Estoy convencido de que no existe relación entre la calidad del agua del río y la epidemiología de esa zona [la Vega Baja]. Me remito al estudio emitido por el Servicio Valenciano de Salud. Creo que se está incurriendo en un debate peligroso porque, sin datos ni estudios fehacientes, se están realizando afirmaciones que provocan alarma social. En febrero de 2001 dispuse la cancelación de los vertidos de todas las industrias que echaban cromo. No obstante, al cauce nunca se ha vertido el tipo de cromo que afecta a la salud.

P. La sensación ciudadana es de hastío.

R. El río ha sido una cloaca de este territorio y así estaba aceptado en un determinado periodo. Eso está superándose, aunque es muy difícil por la falta de caudal. El déficit es de 460 hectómetros cúbicos al año y, no obstante, en el último año hidrológico hemos logrado mantener entre Ojós y Guardamar un caudal ecológico superior a los 150 hectómetros.

P. Una juez de Orihuela ha dictado auto para que usted y otros cargos de la CHS sean juzgados por no controlar 26 licencias de vertidos y perpetuarlas en el tiempo para asegurarse el canon de concesión.

R. No me sumo a los juicios paralelos. Lo que me sorprende es que ustedes [los periodistas] conozcan sólo una parte de las actuaciones y desconozcan otras que pueden moderar el juicio paralelo.

P. Conocemos lo que podemos.

R. No quiero prejuzgar, pero sí digo que la mayor fuente de estabilidad que tiene la persona es su conciencia. Y esa, pese a las molestias, está muy tranquila. Al final, la vida pone a cada uno en su sitio.

P. No responde a la cuestión.

R. No voy a entrar en un debate público sobre un asunto que lleva un equipo de profesionales [abogados del Estado]. Además, mi respeto a la Justicia hace que no salga de ese ámbito [el privado].

P. Pero usted se negó a declarar ante la juez, acogiéndose a su derecho constitucional a no hacerlo. ¿Es eso respeto a la Justicia?

R. A mí me imputaron por unos hechos que desconocía. Es más, aunque parezca increíble, aún los desconozco. Quise que alguien me explicara dónde, cómo y cuándo se produjo la omisión que se me imputa. Fue un interrogatorio muy técnico y, ante una situación de esa naturaleza, le dije a la juez que contestaría a sus preguntas cuando conociera las actuaciones. Tengo la voluntad y la obligación de colaborar con la Justicia.

P. Un juez de Murcia también le ha imputado por la contaminación del río.

R. Es cierto. Ese proceso está sustanciándose ahora y no tengo noticias de que se haya abierto juicio oral. Como en el caso de Orihuela, me enteraré por los medios [de comunicación]. Siempre hay una de las partes acusadoras que condena en cuanto cae en sus manos un mínimo papel. Alguien está vulnerando la Ley de Enjuiciamiento Criminal en cuanto a la confidencialidad de las actuaciones.

P. ¿Cómo define la relación de la Generalitat Valenciana con la Confederación?

R. Estrecha. La colaboración con el consejero [de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte, José Ramón] García Antón es muy fluida. Aquí valoramos mucho su esfuerzo por la ejecución del plan de saneamiento de la Vega Baja.

P. ¿Y con los ayuntamientos?

R. Creo que los ayuntamientos no se han involucrado suficientemente en el problema de la calidad de las aguas, ni en depuración ni en la exigencia de que los vertidos que se realicen a los alcantarillados cumplan con las normativas. La Confederación ha sido un magnífico paraguas. Mientras se persigue a los administradores del río y los jueces nos imputan, a otros les sale más barato contaminar que depurar. Si hay contaminación hay contaminantes y, mientras se nos persigue a nosotros, se deja en un espacio de impunidad a quienes físicamente están realizando los vertidos. Esto debe ser corregido.

P. El Gobierno identifica el Plan Hidrológico Nacional con solución para el Segura.

R. Estoy de acuerdo.

P. ¿Admite usted que se roba agua en el Segura?

R. Sin ir más lejos, el jueves pasado se produjo un robo en la acequia mayor de Almoradí. Por la noche y con amenazas. El viernes tomamos la decisión de poner un servicio de vigilancia permanente. En 2001 se abrieron 64 expedientes por el robo de agua, y 46 en lo que va de año.

P. ¿Y que se realizan vertidos ilegales?

R. Somos competentes en los vertidos directos a los cauces públicos, pero no de los que realizan las industrias al alcantarillado.

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