El ex gerente del Caja San Fernando de Baloncesto recurre su despido
El que fuera hasta agosto pasado gerente del Club Caja San Fernando de Baloncesto, Rafael Benedicto Yuste, ha presentado demanda por despido improcedente contra el club y la entidad financiera que patrocina y da nombre al mismo. El juicio se celebrará el próximo 12 de diciembre en los juzgados de la capital hispalense y al mismo han sido citados el presidente del C.B. Baloncesto Sevilla, Caja San Fernando, José Luis Luna, y el presidente de la Caja, Alfredo Pérez Cano. Benedicto fue contratado en agosto de 1992 y ejerció el cargo hasta el pasado 1 de agosto en que fue despedido. El demandante pide que se declare nulo o improcedente el despido, además de solicitar la readmisión en el puesto y el pago de los salarios que ha dejado de percibir o, en su defecto, el abono de una indemnización que superaría los 500.000 euros.
Entre la documentación del caso, se adjunta la carta de despido, firmada por José Luis Luna en la que aducen, entre las causas que motivaron el final de la relación laboral, el abono por parte de Benedicto de dietas sin justificación documental; el pago en especies (viajes) a personal técnico o el pago a técnicos y jugadores sin mediar contrato y justificados mediante transferencia o recibos.
Investigadores privados
De la misma manera se hace constar por parte del club que el ex gerente, según desveló la última auditoría del Caja, ''por su propia decisión autorizó un gasto de 21,9 millones de pesetas' para contratar investigadores privados. Estos detectives tenían por función 'desentrañar en el seno de la plantilla y del equipo técnico el origen de los problemas y la falta de unidad que presentaba la plantilla (...) que desembocaba en desastrosos resultados deportivos. La tarea de investigación -se añade- la dirigió hacia la totalidad de la plantilla de jugadores, el entrenador - Javier Imbroda en aquel momento- el fisioterapeuta -Poli Gallardo- y el antiguo consejero de la sociedad Miguel Angel Pino'.
Paralelamente y siempre en la propia carta de despido, se refiere que, debido a las pérdidas acumuladas, el patrimonio neto de la sociedad C.B. Sevilla Caja San Fernando se situó 'por debajo de la mitad del capital social por lo que la misma se encuentra inmersa en la causa de disolución del número 4 del artículo 260 de la Ley de Sociedades Anónimas, estando obligada a disolverse salvo que el capital se aumente o disminuya en la cuantía suficiente. Benedicto Yuste esgrime en su defensa que todos estos hechos 'son inciertos, no son motivo de despido o no son imputables al director general' y que, en el caso de ser ciertos, ya habrían prescrito en cuanto a sus infracciones disciplinarias.
Por su parte fuentes del Caja San Fernando señalaron que la entidad llegó a estar inserta en la causa de disolución antes citada, aunque la accionista mayoritaria dispuso una compensación de pérdidas que resolvió el inconveniente.
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