El Madrid llega a Genk con deberes por hacer

Por haberse tumbado a la bartola antes de tiempo, el Madrid está obligado a pasar hoy revista en Genk (20.45), una triste ciudad belga que esta temporada ha apuntado por sorpresa en la Liga de Campeones a su equipo representativo, un club sin pedigrí alguno que anda sin rumbo por la débil liga de su país. Vamos, uno de esos conjuntos que fuerzan una mueca de fastidio en las estrellas madridistas, a las que desagradan sobremanera duelos tan escuálidos. Pero el Madrid se abanicó más de la cuenta en su doble partida con el AEK y en su pulso con el Roma y ahora no puede descuidarse en la última jornada, puesto que el equipo de Capello amenaza su primer puesto del grupo (incluso los griegos en caso de triple empate). Lo que iba a resultar un simple peaje norteño para los chicos del filial y toda la tropa de reservas se ha convertido en un castigo para ilustres como Figo, Roberto Carlos, Hierro y Helguera, a cuyo entrenamiento acudieron ayer en Bélgica unas 6.000 personas. Del Bosque no ha convocado a nadie del Madrid B, y los que se han librado de una posible pulmonía en tierras belgas tienen coartada: Raúl y Zidane, lesionados; Ronaldo, bastante tiene con aguantar un partido a la semana; y Cambiasso y Makelele hace semanas que han perdido fuelle.

Todos los demás tendrán que tirar del carro para evitar una jaqueca en el sorteo del próximo viernes. Si el Roma birla el primer puesto al Madrid, al equipo de Del Bosque le esperarían en la siguiente fase dos primeros de grupo y un segundo. Teniendo en cuenta que no se enfrentará a equipos españoles -el Barça y el Valencia son ya líderes seguros- el actual campeón de Europa corre el riesgo de medirse al Manchester y al Juventus o al Milan, los tres ya con la primera plaza sellada. Otros posibles primeros son el Inter, el Ajax o el Lyón (grupo D), y el Dortmund o el Arsenal (Grupo A).

Al Genk tampoco le faltará una motivación extra: necesita el tercer puesto del grupo para reengancharse a la Copa de la UEFA. Al Madrid, tan remolón en las últimas semanas, le ha llegado la hora de hacer de una vez los deberes.