La Real y el Valencia abren hueco

La Real Sociedad se debate entre la realidad de sus magníficos resultados y los sospechosos precedentes de las últimas temporadas. Nadie se atreve a colocarla entre los favoritos al título porque viene del polo opuesto, de dos duros años de angustia y temor al descenso. Mientras tanto, gana crédito cada semana y continúa a la cabeza de la clasificación, con tres puntos de ventaja sobre el Valencia, del que no hay dudas.

El Valencia vuela, pero no alcanza a la Real, que ganó al Villarreal con momentos interesantes de fútbol. Incluso en los peores tiempos, fue un equipo de buen trazo, pero le faltaban las dos condiciones básicas para ahorrarse problemas: una buena defensa y capacidad para anotar goles. Problemas resueltos por lo que parece. La Real ha marcado en todos los partidos y es menos vulnerable en el capítulo defensivo. El juego lo tiene asegurado con Xabi Alonso, cada vez mejor en el papel de medio centro, de gran medio centro, por juego y por carácter. A su alrededor, el equipo se mueve con la prestancia de Karpin, con la velocidad de Nihat y con el poderío de Kovacevic. El resto lo hacen fundamentalmente los chicos de la casa.

En la cuerda de favoritos, todos sacaron resultados insuficientes. Al Madrid le queda el consuelo del empate que detiene la espiral de la crisis. En Riazor tuvo que atenerse a lo básico, a un fútbol sin lujos. Como el Depor tampoco tira cohetes, el partido resultó anodino. El Barça no aprovechó en El Sardinero la oportunidad de superar al Madrid. Empató a última hora con el Rácing después de un partido mediocre. Tuvo que regresar Overmars, que entró a jugar en los últimos minutos, para que se apreciara la importancia de los buenos extremos. Con Overmars, el Barça tuvo desborde y logró derribar la tenaz resistencia del Racing.

El Athletic se dirigía hacia una catástrofe, pero salvó los muebles a última hora, con el apoyo incondicional de su hinchada, que dejó las críticas para otros momentos. En la última media hora, San Mamés lanzó a su equipo como lo ha hecho siempre en los tiempos duros. Éste lo es, y la afición bilbaína lo sabe. Así que allí estará para ayudar al Athletic.