_
_
_
_
Entrevista:PASKO RAKIC | Neurólogo

¿Cómo reparar la memoria con células nuevas, que no tienen memoria?

E l trabajo de Pasko Rakic, neurobiólogo de la Universidad de Yale (EE UU), ha sido crucial para entender el desarrollo del sistema nervioso desde las etapas embrionarias. Hace dos décadas estableció que las neuronas no se regeneran en el adulto, al contrario de lo que ocurre con las células de la piel o de otros órganos. Esto ha sido puesto en duda por trabajos recientes en primates que parecen mostrar indicios de regeneración en la corteza cerebral, lo que implica cambios importantes en la comprensión de los mecanismos que regulan funciones cognitivas como el aprendizaje o la memoria. Rakic ha dado recientemente una conferencia en el Instituto Cajal, del CSIC, en Madrid. En su opinión, la investigación con células madre embrionarias es 'fundamental'.

'Nuestro poder reside en ganar conocimiento con la experiencia y almacenarlo'

Pregunta. ¿Cuál es su principal contribución en el estudio de cómo se forma el cerebro?

Respuesta. Trabajo en desarrollo, pero también soy médico; trabajaba en neurocirugía. La neurocirugía trataba de corregir problemas cortando partes del cerebro, y yo no creía que ésa fuera una buena estrategia. Por eso decidí estudiar cómo se desarrolla el cerebro. Cuando eliminas o dañas una parte del cerebro, hay una pérdida de función: se pierde el habla, o una parte del campo visual... Llegué a la conclusión de que la principal diferencia entre el cerebro y otros órganos como el hígado es que el cerebro es un mapa en que está representado el cuerpo, y sobre él se superponen las experiencias. Y esto queda todo almacenado en las neuronas y su circuitería. Si se elimina una parte del hígado, el resto trabaja más. Pero si extirpas una pequeñísima parte del cerebro, tienes diferencias en la función. La cuestión es cómo se forma ese mapa en el cerebro.

P. Pero suele decirse también que cuando hay una lesión en un área cerebral otras áreas la compensan de alguna forma. Se hablaba de plasticidad hace unos años.

R. La plasticidad no contradice el concepto del mapa. Los genes te dan la capacidad, y la plasticidad es interacción con el medio, pero sólo dentro de lo que permiten los genes. Obviamente, por mucho que haya ratones en una biblioteca nunca aprenderán a leer. Si el área del habla en el cerebro está dañada, no podrás hablar. Desde luego hay un cierto grado de plasticidad, sin ella no podemos aprender, almacenar nuestra experiencia cotidiana, pero el mapa, la especificidad, está inscrito en los genes y la plasticidad no va en su contra.

P. ¿La plasticidad fue una moda que pasó?

R. Se le dio demasiado peso. La gente decía que todos los cerebros eran iguales, y que todo dependía de la interacción con el medio. Pero no puede ser verdad. Los monos no aprenden a leer en ningún entorno. También se decía que hay billones y billones de sinapsis en el cerebro, y que no hay suficientes genes para codificar todo eso. Pero es como decir que con un alfabeto de 28 caracteres no se puede escribir Guerra y paz. Bastan dos caracteres, mire los ordenadores.

P. ¿Puede dar un porcentaje para el papel del ambiente y de los genes en el desarrollo de la inteligencia de un niño?

R. Sí, cien y cien. Es que la pregunta no es correcta. Son dos cosas distintas. Un niño muy listo no aprende a hablar si no está en el entorno adecuado.

P. ¿Hay producción de nuevas neuronas en el cerebro adulto?

R. Se sabe hace mucho que hay regeneración de neuronas en reptiles, en pájaros... Pero va desapareciendo en la evolución hacia los homínidos. En mamíferos se ha visto regeneración en dos áreas, el bulbo olfativo y el hipocampo. Pero en primates no humanos es muchísimo menor que en ratones. ¿Por qué habríamos de perder algo tan útil? Mi hipótesis es que lo perdimos a cambio de una ventaja evolutiva importante: mantener la memoria durante la vida. Para eso es más importante mantener neuronas que crear nuevas. Por ejemplo, si voy 20 años a EE UU y cambio todas mis neuronas, cuando vuelva a Yugoslavia ya no reconoceré a mi madre, porque su imagen está archivada en neuronas perdidas. Por eso mis neuronas deben tener mi misma edad. Nuestro poder reside en ganar conocimiento con la experiencia y almacenarlo. Si pierdo mis neuronas, pierdo mi conocimiento.

P. ¿Por qué hay regeneración en el bulbo olfativo y en el hipocampo de primates no humanos?

R. No lo sabemos.

P. ¿Y seguro que no hay en la corteza cerebral en primates?

R. Creo que está confirmado que no la hay. Vengo de congresos donde grupos que trabajan con primates tampoco la han visto. El problema está en los métodos de quienes dicen haberla observado. Creemos que están viendo células viejas, no nuevas.

P. Dice que si mueren las neuronas desaparecen los recuerdos. ¿No debería haber neuronas nuevas para recuerdos nuevos?

R. No, lo que haces es usar sinapsis que ya existen. La eficacia de las sinapsis cambia con las experiencias, pero son las mismas. En una computadora no hace falta chips nuevos para introducir un nuevo programa. Nosotros tenemos muchas sinapsis y aprendemos reforzándolas, no hacen falta nuevas sinapsis para aprender. Eso es la plasticidad.

P. ¿A qué edad dejan de formarse las sinapsis?

R. Las sinapsis empiezan a desarrollarse en el embrión y aumenta mucho su número hasta la pubertad. Se suele poner la frontera a los 11 años. A partir de ahí las sinapsis son constantes, hasta que empiezan a decaer en la senescencia. Por eso tras la pubertad se pierde la capacidad, por ejemplo, de aprender una lengua sin acento. No significa que los adultos no aprendan, puedes aprender un montón. Pero para una lengua nueva usas sinapsis que ya están acostumbradas a hablar de cierto modo, por así decir.

P. Si los humanos hemos perdido la capacidad de regeneración, ¿no se debe intentar recuperarla?

R. En absoluto, estoy cien por cien a favor de la investigación con células madre.

P. ¿Hay células madre en el cerebro adulto?

R. Sí, hay células madre incluso en el cerebro adulto, y son las que producen las neuronas nuevas del hipocampo y el bulbo olfatorio. Pero son células ya con cierta especialización, no son tan buenas como las células madre embrionarias. Algunos creen que pueden usar células madre adultas para reparar el cerebro, pero pueden encontrarse con una sorpresa.

P. Si se trasplanta una célula madre embrionaria, ¿sabrá convertirse en la neurona correcta?

R. No será tan fácil. Si hacemos eso predigo que el paciente tendrá epilepsia, porque es más probable que esa neurona haga malas conexiones que las haga buenas. En el cerebro las células deben estar en el lugar y en el momento justo, no es como poner una célula de piel. En el cerebro todas las células no son iguales, ocupan un lugar en un mapa. Ponerlas en el lugar equivocado tendría consecuencias.

P. ¿Hay demasiado optimismo en cuanto a la posibilidad de curar enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer con trasplantes de células madre?

R. No estamos tan cerca de lograrlo como la gente cree. Creo que será más fácil introducir células nuevas en el sistema motor, por ejemplo. Pero en Alzheimer... ¿cómo se repara la memoria con células nuevas, que no tienen esa memoria? En el sistema motor, en teoría, nosotros podríamos volver a aprender a caminar, tal vez. Pero no se debe hacer promesas. La investigación con células madre aún es ciencia básica.

P. Los científicos deben convencer a los políticos de que se permita investigar con células madre embrionarias.

R. Debemos intentarlo. No veo cómo menos conocimiento puede ser mejor que más conocimiento. Ellos pueden luego controlar lo que se hace, pero hay que investigar. Las células madre pueden ayudar a mucha gente.

Pasko Rakic en el Instituto Cajal (Madrid).
Pasko Rakic en el Instituto Cajal (Madrid).RICARDO GUTIERREZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_