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Reportaje:

'Piso vacío, abstenerse extranjeros'

Una inmobiliaria excluye a los inmigrantes como inquilinos en el barrio de Russafa de Valencia

'Piso vacío en esta zona. 3 dormitorios. Baño completo. Luz y agua dado de alta. Exterior-chaflán. Abstenerse extranjeros. 288,49 euros al mes'. Decenas de carteles manuscritos repartidos por el barrio de Russafa de Valencia ofrecen esta vivienda en alquiler con una excepción explícita hacia los inmigrantes, un veto convenientemente subrayado para evitar malentendidos.

'El 90% de las inmobiliarias no quieren extranjeros, pero no lo ponen [en los anuncios]'. La empleada de la inmobiliaria que gestiona el alquiler de este piso explica que ella 'cumple ordenes' de la propietaria de la residencia. Se trata, comenta, de una mujer de 91 años 'que no quiere problemas'. Dice que los últimos alquileres que ha realizado a extranjeros han acabado mal. 'Se han llevado la cisterna, los grifos, hasta la tapa del water', apunta señalando hacia antiguos inquilinos magrebíes. Pero no son éstos los únicos a quienes no alquilaría la casa. Otros, refiriéndose a familias de ecuatorianos, 'te dicen que son un matrimonio con un hijo y luego son 10 personas que casi no caben en la casa'. 'Es la cuarta vez que arreglamos el piso', alega la administradora de fincas para justificar la prohibición. 'Incluso hemos tenido gente del Este de Europa que subarrendaba el piso', explica, 'y otros que como no tenían documentación llegaba la policía a su casa y salían corriendo por las ventanas y los tejados. En registros de la policía hasta han encontrado metralletas'.

Por todo, y pese a que la propietaria -que 'está hasta el moño'- 'no es racista', ha decidido no alojar más extranjeros. 'Yo tampoco tengo nada en contra de ellos', apunta la empleada de la inmobiliaria, 'pero vivo de las propietarias: me da igual si no tengo que contratar a extranjeros, inquilinos sin perros o animales o con niños pequeños'. Además, 'muchos extranjeros se merecen que no se les alquile un piso ni darles comida; otros no'. Por si fuera poco, a los españoles que no pagan 'los acabas encontrando si quieres; a los extranjeros, no'.

'No falta ningún prejuicio' hacia los extranjeros en la relación de motivos expuestos por la empleada, comentaba Francisco Solans, abogado de SOS Racisme en Valencia. Solans se lamentaba ayer de la doble vara de medir que existe hacia ellos. 'A los irregulares se les aplica la ley de extranjería con toda contundencia, pero el mismo texto también condena gravemente este comportamiento [en relación a la discriminación que supone el veto] y sin embargo no se ha sancionado a nadie'. El abogado de esta organización no gubernamental destacó que son los obstáculos que hay para acceder a una vivienda los que están en la raiz de muchos problemas, como el de que varias familias se concentren en un mismo piso. SOS Racisme en su último informe anual ya destacó los obstáculos que cada vez se encuentran más extranjeros para buscar casa en la Comunidad.

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