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L'Altet inicia la segunda gran reforma para llegar a 12 millones de viajeros

El aeropuerto de Alicante ampliará su pista y las terminales de carga y pasajeros

El Ministerio de Fomento ha iniciado, con 20 meses de retraso, las obras de ampliación del aeropuerto de L'Altet recogidas en el Plan Director del aeródromo alicantino, redactado en 2000. El ministerio ha comenzado a expropiar cerca de 67.000 metros cuadrados de terreno para ampliar las terminales de carga y pasajeros, así como para extender la pista de vuelo. El Consejo de Ministros aprobó el viernes las obras de un nuevo radar.

Fomento inició la pasada semana los expedientes de expropiación de terrenos necesarios para acometer las obras de ampliación y ha previsto en los Presupuestos Generales del Estado para 2003 una partida de 24,6 millones de euros destinada a mejorar las infraestructuras de L'Altet. Se trata del comienzo de la segunda gran reforma del aeródromo alicantino desde su inauguración en la década de los sesenta.

El objetivo del plan es adecuar el aeropuerto alicantino para que sea capaz de satisfacer las necesidades de tráfico de pasajeros y carga hasta el 2015. Para ello es necesaria la ampliación de la pista de aterrizaje y despegue, que aumentará en 400 metros su longitud. Para cubrir las nuevas necesidades de los aviones con esta nueva pista, también será necesaria la modificación de la vía de rodadura -donde las aeronaves alcanzan velocidad-, así como la construcción de una calle de salida rápida y la ampliación de la plataforma de estacionamiento. El objetivo es superar las actuales 30 operaciones de aterrizaje y despegue por hora y alcanzar las 40 en hora punta, según estableció en 2000 el Plan Director. La pista de aterrizaje del aeropuerto soporta ahora casi 30.000 vuelos más al año que hace una década. El 75% de los movimientos de L'Altet son originados por el mercado exterior.

Las obras también comprenden la creación de nuevas áreas de estacionamiento de vehículos para los pasajeros. Asimismo, está prevista la creación de nuevas zonas de carga y asistencia en tierra de las aeronaves. La infraestructura más importante para los empresarios y la administración dedicada al turismo es la ampliación de la terminal de pasajeros.

Durante el pasado año, el aeropuerto de L'Altet trasladó un total de 7.907 toneladas, lo que representa una caída del 13% con respecto a años anteriores. Esta caída de la facturación de mercancías a través del aeropuerto alicantino está justificada, desde asociaciones empresariales como la patronal Coepa, por la falta de espacio físico. Los empresarios han preferido el transporte por carretera y el envío de carga desde otros aeropuertos como el madrileño de Barajas.

Las principales mercancías que salen del aeródromo alicantino son las manufacturas textiles y los complementos de pieles y cueros relacionados con el calzado. El sector de venta de pescado y marisco, que procede de los puertos alicantinos y murcianos, tiene en L'Altet uno de los principales puntos de salida al mercado interior. Además, las nuevas obras permitirán en 2005 soportar el peso de más de 8,74 millones de pasajeros al año y unas 67.780 operaciones de tráfico aéreo. De los 2,6 millones de viajeros que se registraron en 1991 se ha aumentado hasta los 6,5 millones en 2002.

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El Plan Director prevé un aumento paulatino de viajeros hasta el 2015. Al final de los primeros 15 años del siglo XXI, las previsiones del Ministerio de Fomento apuntan una cifra de casi 12 millones de pasajeros, 90.640 naves y unas 14.163 toneladas de carga al año.

La ampliación del aeropuerto también requiere nuevas infraestructuras de seguridad. Por ello, el Consejo de Ministros aprobó la construcción del nuevo radar que dará servicio a la torre de control de L'Altet, ante el previsible crecimiento del número de aviones en el espacio aéreo alicantino. El pasado viernes, el Consejo de Ministros aprobó la ocupación de 36.737 metros cuadrados para la ubicación de la antena entre los términos alicantinos de Alcoy y Torremanzanas. La decisión del Gobierno también comprende la ocupación temporal de otros 5.000 metros cuadrados necesarios para las tareas de construcción.

La dotación presupuestaria del segundo radar se cifra en 95.000 euros sólo en expropiaciones. La inversión no sólo pretende cubrir las necesidades del aeropuerto en los próximos 15 años, sino que se extenderá a otros usuarios del entorno.

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