La central de Boroa recibe el último permiso después de cuatro años de gestiones
Cuatro años después de presentarse el proyecto, la central energética de Amorebieta superó ayer su último trámite administrativo. La planta de ciclo combinado, que se ubicará en el barrio de Boroa, recibió la licencia municipal de obras, acordada por la comisión de gobierno de Amorebieta, integrada únicamente por concejales del PNV.
La empresa pública irlandesa ESB, promotora de la central, tiene así el camino libre para iniciar la construcción, encargado a un consorcio de empresas. La alcaldesa de Amorebieta, Begoña Azarloza, calculó que la promotora recibirá la certificación de la licencia antes de una semana.
El grupo Zornotza Bizirik, que desde hace tres años se opone a la planta, anunció que llevará el proyecto a los tribunales y acusó a los ediles peneuvistas de optar por 'el camino del fascismo y la ilegalidad'.
El consistorio de Amorebieta aprobó ayer el último trámite administrativo tras recibir los informes técnicos, medioambientales y jurídicos municipales favorables, explicó la primera edil. Azarloza destacó que el controvertido proyecto ha sido analizado 'de forma escrupulosa' y opinó que cualquier otra empresa hubiese desistido con las obligaciones planteadas. 'Se ha exigido todo lo exigible', recalcó.
Azarloza hizo un llamamiento a los vecinos a 'fiarse de los técnicos y las instituciones' sobre un proyecto que ha susictado hasta iete manifestaciones en su contra en Amorebieta en los dos últimos años y medio, además de un referéndum, en que 5.352 vecinos (el 43% del censo del municipio) expresaron su rechazo a la infraestructura.
La alcaldesa confió en que, pese a la fuerte oposición existente, 'la gente lo pondere un poco [el rechazo]' y anunció que la corporación será 'tan exigente como el que más por defender la calidad de vida' en el municipio.
La Diputación de Vizcaya expresó su satisfacción por la concesión del último permiso. Su portavoz, José Luis Bilbao, afirmó que la institución 'está encantada de que ese proyecto empiece a funcionar' y recordó que 'ha cumplido con todas las normas que debían cumplir'. La planta se ubicará en el polígono de Boroa, de propiedad foral, que se encuentra en trabajos de urbanización desde abril. La única zona aún no acometida es la que ocupará la central, de 6 hectáreas, porque 'la previsión es hacer la urbanización a la medida del usuario'. El PNV vizcaíno, que llegó a abrir un expediente de expulsión a la alcaldesa y otros seis ediles peneuvistas por impulsar una consulta sobre el proyecto, aplaudió la licencia de obras de la central, que 'sólo puede beneficiar a Euskadi'.
La plataforma Zornotza Bizirik, que ha convocado la octava manifestación contra la planta para el próximo día 19, irá los tribunales por 'las graves infracciones urbanísticas' como la altura de las chimeneas y porque 'no cumple las directrices de edificabilidad, ni las de ocupación en planta o separación a lindero'.
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