La CEV repasa en el 25º aniversario su agitada historia reciente

La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) agitó ayer durante la celebración de su 25º aniversario todos sus fantasmas. El actual presidente, Rafael Ferrando, reivindicó a todos y cada uno de los ex presidentes y ex secretarios generales que ha tenido la organización desde 1977, a pesar de los escándalos de los últimos años. El presidente de la CEOE, José María Cuevas, acudió al acto de aniversario.

Rafael Ferrando repasó todos los grandes hitos que han jalonado la historia de la organización empresarial, que ayer reivindicó sin complejos, al igual que a sus ex presidentes y ex secretarios generales. Fue un acto de cáracter interno, sin la presencia de políticos -en octubre habrá una cena de aniversario más institucional-. El dirigente patronal impuso las medallas conmemorativas de la confederación a sus ex presidentes Vicente Iborra, Pedro Agramunt y José María Jiménez de La Iglesia. Iborra, el primer presidente de la CEV, que dimitió del cargo tras ser detenido y encarcelado por un escándalo financiero, fue doblemente homenajeado como fundador de la confederación. El mismo tratamiento recibió el ex secretario general Luis Espinosa, ya fallecido, implicado al igual que Jiménez de Laiglesia en el escándalo de los fondos de formación, pendiente todavía del fallo de los tribunales. No se dejó a nadie.

Ferrando destacó de la figura de Iborra 'la defensa que hizo de los intereses empresariales valencianos' y asoció su detención en 1985 a raíz del caso Save a su actitud reivindicativa y beligerante con el entonces gobierno socialista.

Otro de los hitos de la CEV fue la cumbre de Orihuela, celebrada en 1989 en la localidad alicantina, y que ha pasado a la historia de la organización como uno de los eventos más reivindicativos y unitarios de los vividos por la confederación, presidida entonces por Pedro Agramunt, que días después dejaba la patronal para presidir el PP valenciano.

De Jiménez de Laiglesia destacó su apuesta por la finalización de la autovía Valencia-Madrid, 'un proyecto que incomodó a los gobiernos central y autonómico', entonces gobernados por los socialistas. También mencionó la persecución fiscal de la que fueron objeto los empresarios para a continuación reconocer su fracaso en la gestión de los fondos de la formación, un asunto pendiente de la resolución judicial, 'y que supuso la apertura de una etapa dolorosa para todos', reconoció Ferrando.

El presidente concluyó su intervención asegurando que la opinión de la CEV 'pesa en el Gobierno autonómico, pero seguimos defendiendo nuestra independencia y no renunciamos a ser reivindicativos desde el respeto y el diálogo'.