CC OO nombra una gestora en administración pública para afrontar su crisis
La ejecutiva confederal de Comisiones Obreras tiene previsto nombrar este martes una gestora (dirección provisional, según los estatutos) que tome las riendas en la federación de administración pública y que pueda afrontar su crisis. Los complejos problemas por discrepancias personales y sindicales de la que es la segunda federación más poderosa del sindicato (después de metal) se arrastran desde hace dos años. Entonces salió de su congreso con una dirección apoyada por una mayoría poco cohesionada, a la que se suma el sector crítico.
Las discrepancias se han ido acentuando hasta el punto de que el grupo de la mayoría se ha subdividido en tres sectores, uno de ellos englobado torno al secretario general, Carlos Sánchez, y ninguno de ellos tiene un peso hegemónico.
Esas discrepancias en el seno de la mayoría estallaron en el mes de julio pasado con la dimisión de más del 50% de la ejecutiva de la federación. Ese vacío de poder se pretende resolver ahora con el nombramiento de una dirección provisional que intente normalizar la situación hasta que se pueda convocar un nuevo congreso.
La falta de un liderazgo claro entre los cuatro sectores en que ahora se divide la federación es la causa alegada desde la dirección confederal para asumir la presidencia de la gestora y, previsiblemente, ésta recaiga en José Luis Sánchez, secretario de organización del conjunto de la central.
Viejos problemas
Los problemas en el seno de la federación de administración pública surgieron antes, y con diferentes características, del enfrentamiento de la primavera pasada en la cúpula del sindicato entre el secretario general, José María Fidalgo, y su entonces número dos y responsable de organización, Rodolfo Benito, y que se saldaron con la destitución de este último. Pese a que el conflicto no es similar, ambos dirigentes cuentan con un grupo de seguidores dentro de la federación de empleados públicos. Según fuentes de la central, entre los miembros de la ejecutiva saliente nueve dirigentes son personas de Carlos Sánchez, seis de José María Fidalgo, cuatro de Rodolfo Benito y cinco del sector crítico.
Además influyen discrepancias respecto a la estrategia de acción sindical y diferencias personales. De ahí que los sectores enfrentados crean necesario perfilar unas bases estratégicas comunes antes de afrontar retos importantes que deben abordar en las próximas semanas, entre ellas la negociación con el Gobierno de los aumentos salariales para 2003 de los empleados públicos, y la agenda de cuestiones presentada en la mesa de diálogo por el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, entre los que figuran la movilidad y la mejora de la calidad del empleo.
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