Una berlina coreana sin complejos

Una berlina grande y completa a precios asequibles. El nuevo Sonata no es la referencia en su tamaño, pero ofrece una calidad media aceptable, puede dar casi el mismo servicio que muchos modelos europeos o japoneses similares y cuesta más barato. La diferencia, entre 2.000 y 3.000 euros, será interesante para quienes buscan la máxima economía o anecdótica si se aspira a tener lo mejor o se valora mucho la imagen de marca. Pero por 19.600 euros (poco más de tres millones de pesetas) Hyundai ofrece un coche familiar amplio, cómodo y con una buena relación valor/precio que no exige grandes renuncias, salvo algunos detalles y el control de estabilidad ESP, de serie en muchos rivales.

Línea elegante y aparente

Este Sonata es una profunda puesta al día de la segunda generación que se lanzó en 1998. Mejora sus puntos débiles, sobre todo la imagen exterior e interior, pero en realidad es una reinterpretación del Magentis, la berlina grande de Kia, el fabricante coreano absorbido por Hyundai. Y apenas se diferencian en los detalles de estilo.

El nuevo Sonata ha crecido 3,7 centímetros en longitud y 1 en altura, y es un coche grande (4,74 metros), aunque no lo parece. Destaca el diseño de la nueva parrilla y sobre todo los faros dobles carenados. Y estrena también los parachoques y los picaportes en el color de la carrocería. El resultado es un aspecto más elegante y aparente que se completa con un chasis reforzado y más rígido, y una mejor aerodinámica (CX: 0,32).

La similitud con el Magentis se aprecia más por dentro, con un salpicadero y una consola central casi idénticos. El diseño es sencillo pero cuidado, con unos plásticos de calidad y tacto correctos. Y sólo se echan de menos unos ajustes más precisos en algunas piezas, como la guantera. Por lo demás, está bien resuelto, aunque no destaca por nada.

Detalles funcionales

A pesar de su tamaño, no ofrece una gran habitabilidad. La capacidad interior es correcta para una familia media, pero está peor aprovechado que otros coches de sus medidas. Delante tiene dos buenas butacas, pero atrás ofrece un espacio sólo correcto para las piernas. Y, aunque el maletero ha aumentado hasta 400 litros, sigue por debajo de la media. Sin embargo, cuenta con suficientes huecos para objetos, y destaca una consola del freno de mano bien estudiada que integra dos posavasos, una bandeja, un portamonedas y un apoyabrazos con dos espacios interiores independientes. Además, dispone también de bolsas en las puertas delanteras y los respaldos, un portagafas y otro apoyabrazos atrás con guantera y dos posavasos. Y permite abatir el respaldo trasero para ampliar el maletero.

En el aspecto mecánico se han revisado los motores, las suspensiones llevan amortiguadores de gas y la insonorización aísla mejor los ruidos aerodinámicos y de rodadura, aunque deja oír más de la cuenta el motor si se estiran las marchas. Pero es una berlina bien dotada que permite viajar con comodidad y sin complejos frente a sus competidores europeos.

Dos motores de gasolina

El Sonata se ofrece con dos motores de gasolina: 2.0 16v. (131 CV) y 2.7 V6 (172 CV). El primero, con cambio manual de cinco marchas, cuesta 19.600 euros con el acabado GLS, que incluye un equipo de serie muy correcto: ABS, cuatro airbags, climatizador, radio-CD, ordenador de viaje, cuatro elevalunas eléctricos... Y por sólo 1.050 euros más se ofrece el GLS Full, que añade tapicería de cuero, llantas de 16 pulgadas... Por último, el 2.7 V6 (24.600 euros) viene con cambio automático-secuencial de cuatro marchas y techo solar. Y todos tienen tres años de garantía sin límite de kilómetros.

Conclusión

El Sonata es una berlina familiar de calidad correcta y precios económicos para su tamaño. Ofrece una línea discreta y un interior aparente, un motor 2.0 muy correcto y un equipo de serie con todo lo importante, salvo el ESP. No es el mejor coche ni el más vistoso en su tamaño pero puede dar un buen servicio, no sale caro y tiene una buena garantía.