Crisis total
La Bolsa española marcó ayer un nuevo mínimo anual, el tercero consecutivo, y cierra la peor semana del ejercicio, con una caída acumulada del 6,19% en el Ibex 35 y del 5,44% en el índice general de la Bolsa de Madrid.
Las circunstancias que han llevado a los mercados a profundizar en las caídas apenas han variado respecto de los días anteriores, aunque hay que destacar el enfrentamiento entre el Gobierno argentino y el FMI como la razón principal de la extrema debilidad de los grandes valores españoles.
Los problemas de Oriente Próximo, lejos de estar en vías de solución, aparecen a los ojos de los inversores como una amenaza creciente que invita a permanecer lejos de la renta variable.
La otra cuestión que mantiene en jaque a los inversores, la situación económica, tampoco muestra signo alguno de recuperación, lo que explica sobradamente el ambiente de crisis que se respira en las bolsas.
El Ibex 35 cedió ayer el 1%, sin que el vencimiento de los contratos de opciones y futuros de septiembre consiguiera aportar estabilidad a las cotizaciones. Tres mínimos anuales consecutivos son razón más que suficiente para considerar que la Bolsa ha entrado en una fase aguda de la tendencia bajista para la que el entorno no permite vislumbrar soluciones a medio plazo.
El conjunto de bolsas de la eurozona vive una situación similar a la del mercado español, con sus principales indicadores en mínimos anuales y los inversores desesperados ante la cuantiosa acumulación de pérdidas. La Bolsa de Nueva York mantenía a media sesión una discreta subida, pero sin mantenerse por encima de los 8.000 puntos.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió ayer hasta los 2.159,07 millones de euros, una cifra que duplica la conseguida en las jornadas anteriores gracias a la actividad que trae consigo el vencimiento en el mercado de futuros.
