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Reportaje:

El dilema de los nuevos ordenadores

La electrónica molecular presenta numerosos caminos para hacer chips más pequeños y eficaces

La electrónica molecular, la que se basará en pequeños conjuntos de moléculas o incluso de átomos para procesar la información, la que estará en la base de los omnipresentes e invisibles chips del futuro, avanza rápidamente, como se ha podido comprobar en el congreso Tendencias en Nanotecnología (TNT 2002), que ha congregado en Santiago de Compostela a unos 360 participantes de 30 países, entre ellos representantes de muchos grandes empresas y laboratorios del área. Un congreso curioso, gestado y organizado por científicos españoles pero que desde su primera edición (ésta es la tercera) atrae a la élite mundial. 'Este año tenemos un 65% de participantes extranjeros, entre ponentes, científicos y estudiantes, con su correspondiente financiación, en su mayor parte de la NASA y de la National Science Foundation de Estados Unidos', explicó Pedro Serena, del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC), uno de los organizadores. 'Y es el año que tenemos más participación española, lo que nos alegra porque ésa era precisamente la intención.'

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DIMINUTA MEMORIA.

Antonio Correia, de la empresa CMP Científica, Juan José Saénz, de la Universidad Autónoma de Madrid y, José Rivas, de la Universidad de Santiago de Compostela, también organizadores, coincidieron en que se trata de hacer una revisión de un área en alza en la que tienen que aprender a colaborar profesionales de la física, la química, la biología, la ingeniería y otros. Este año, además, estaba invitado Jan Hendrik Schön, pero tras iniciarse la investigación de sus espectaculares trabajos por sospecha de fraude su patrón, Bell Labs, ha preferido que no asista.

La electrónica molecular ha sido sólo uno de los muchos temas tocados en el congreso, pero es el que, como área, más cercano se encuentra a las aplicaciones, lo que, sin embargo, presenta un gran dilema a los especialistas en electrónica y computación y sobre todo a la industria. ¿Cómo serán los futuros ordenadores, además de más pequeños y más potentes? ¿Tendrá que cambiar no sólo la tecnología de sus chips sino también su estructura, su soporte lógico? Las cosas no están claras, y las líneas de investigación son muchas y avanzan debido a la gran cantidad de dinero que muchos países desarrollados -no es el caso de España- están invirtiendo.

Stanley Williams, por ejemplo, que dirige un laboratorio en HP Labs, cree que será posible que un ordenador de bolsillo que funcione con baterías sobrepase a cualquiera de los actuales ordenadores, incluidos los muy potentes. 'El secreto es un reloj lento, con proceso masivamente paralelo. La biología sabe eso hace mucho tiempo, es como funciona el cerebro', dijo. El ordenador, reiventado totalmente o no, también tendrá, según Williams, que tener tolerancia a los defectos, que se producirán ineludiblemente en la fabricación a escala molecular, que a su vez tendrá que basarse en el autoensamblaje.

En la electrónica molecular, como en otras áreas de la nanotecnología, no se comprenden todavía muchos de los fenómenos físicos que se producen a una escala tan pequeña, en la que ya influyen los fenómenos cuánticos y apenas hay electrones, pero eso no impide que se intenten construir circuitos, coincidieron en señalar los científicos. Los primeros serán de tipo híbrido, combinando el funcionamiento de la física del estado sólido basada en el silicio actual con la física a esta escala, en la que los semiconductores están prácticamente vacíos.

En este campo los materiales a utilizar lo son casi todo y entre ellos la estrella es el nanotubo de carbono, una estructura del carbono distinta del grafito o el diamante, sintetizada a finales del siglo XX, que es idealmente un cable unidimensional que puede ser metálico o semiconductor. Muy recientemente se presentó el primer transistor FET con nanotubos de carbono y están bastante avanzados las pantallas de nanotubos. Según algunos participantes en TNT 2002, el transistor citado es muy lento y falta mucho trabajo por hacer, pero sus dimensiones son espectacularmente pequeñas. Y no podían faltar los sistemas de información cuántica (ver página siguiente) 'los más paralelos posibles, pero cuya lógica es demasiado complicada, ya que hasta ahora no es han descrito más que un puñado de algoritmos', según un participante. El representante de Intel resumió así la situación: 'Puedo asegurar que Intel no tiene planes para un PC cuántico en el futuro cercano pero es una de las tecnologías que seguimos de cerca', aseguró.

José Rivas, Pedro Serena, Antonio Correia y Juan José Sáenz, de izquierda a derecha.
José Rivas, Pedro Serena, Antonio Correia y Juan José Sáenz, de izquierda a derecha.LALO R. VILLAR

Una memoria molecular y un termómetro

Una de las novedades tangibles que se han presentado en el congreso de nanotecnología TNT 2002 es una diminuta memoria electrónica que utiliza moléculas para almacenar información mientras mantiene la estructura básica de la electrónica del silicio. Las moléculas conmutables electrónicamente se depositan en capas en el circuito y cada 1.000 moléculas aproximadamente forman un bit, que se escribe aplicando un voltaje a las moléculas para fijar su resistencia y se lee aplicando un voltaje más bajo. Esta memoria ha resultado además ser reescribible y no volátil. En el mismo circuito se introdujo lógica, indispensable para hacer práctica la memoria, configurando uniones de conmutadores moleculares. Fruto del laboratorio de investigación en ciencia cuántica de la empresa Hewlett Packard, este prototipo de 64 bits ocupa una superficie de una micra (una milésima de milímetro) de lado, lo que significa que 1.000 de ellos cabrían en una sección de un cabello humano. Su densidad de almacenamiento es más de 10 de veces mayor que los chips de memoria de silicio actuales. Sin embargo, se encuentra todavía lejos de lo que la industria pretende en cuanto a prestaciones y tamaño, explicó Stanley Williams, director del laboratorio, quien señaló: 'La capacidad y el rendimiento de estos circuitos podrán ampliarse enormemente mediante la disposición de capas de dispositivos de conmutación molecular sobre silicio convencional, sin necesidad de cambios complejos y costosos en la tecnología de base'. En Japón, unos científicos han conseguido hacer termómetros de nanotubos, tan diminutos que sólo se pueden leer con microscopio electrónico pero que resultarán muy útiles en los llamados nanoambientes. Yoshio Bando, del Instituto Nacional de Ciencia de Materiales, explicó que se fabrican los nanotubos con relleno de galio o de indio y que funcionan como un termómetro de mercurio de sólo unos pocos nanómetros (milmillonésimas de metro) de diámetro, pero con prestaciones muy interesantes porque aguantan temperaturas muy altas. El termómetro de galio es lineal y reversible entre 50 y 500 grados centígrados (aunque el galio permanece líquido entre 29,78 y 2.403 grados), con una precisión de un cuarto de grado. El de indio es menos atractivo por motivos técnicos.

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