Un sobrino de Berlusconi llega al Atlético recomendado

'Bueno...es un chavalote alto, con buenas trazas y, parece, que buena disposición'. La descripción, no muy entusiasta, corresponde a uno de los empleados de las categorías inferiores del Atlético. El personaje descrito es Marco, un portero italiano que se apellida Ciarno de primero y Berlusconi, de segundo. Y no, no es una casualidad. Marco, de 20 años, es sobrino de Silvio Berlusconi, el propietario del Milan y primer ministro de la república italiana. Sin embargo, el club en su página de Internet lo niega y afirma, poniendo el desmentido en boca del muchacho: 'Mi padre es amigo de Berlusconi, pero no es mi tío'. Desde varias fuentes del Atlético se reconoce en privado que realmente sí es sobrino del dirigente milanista.

Lo cierto es que Marco Ciarno Berlusconi, que hasta la fecha jugaba en el filial del Perugia, a partir de ahora lo hará en el Atlético B. Aunque en el equipo nadie está muy seguro de cuál es su situación. 'Creo que todavía tiene que firmar unos papeles', comentan sin mucha seguridad desde el club.

Ernesto Bronzetti, el asesor deportivo del Milan y uno de los personajes más populares en el Calderón, el mismo que ha gestionado con Paulo Futre hasta cinco contrataciones esta temporada desde el Milan al club rojiblanco -Contra, Albertini, Javi Moreno, José Mari y Coloccini-, se ha encargado del traspaso del joven portero. Bronzetti pidió al club rojiblanco que se hiciera cargo del chaval y el Atlético, que ha hecho muchos negocios con la entidad milanista, aceptó 'hacerle una prueba', en palabras de Paulo Futre, que en ningún caso desmintió que fuera sobrino de Berlusconi. El asesor italiano contactó con Marco Ciarno y le preguntó si le gustaría marcharse a Madrid, el muchacho respondió inmediatamente que sí: 'Es un paso adelante en mi carrera'. Las excelentes relaciones del Atlético con el Milan han tenido mucho que ver con su llegada.

Orgulloso

El pequeño Berlusconi trata de esconder lo mejor que puede su relación familiar, aunque afirma que se lleva bien 'con Silvio' y que se siente 'orgulloso' de su familia. 'Nadie se tiene por qué preocupar de mi apellido, porque yo estoy aquí para mejorar, aprender y jugar', dice el jugador algo molesto por la insistencia en sus raíces familiares. Sin embargo, lo de jugar no parece que sea muy probable. Santiago Martín Prado, su técnico, por el momento confía más en Juanma y Lledó los otros dos porteros del equipo, y no sabe muy bien qué hacer con el guardameta italiano.

'Mi ilusión es acabar triunfando en el Milan', confiesa el futbolista, que ya lleva algunos días viviendo en la capital y asegura tener bastantes amigos, aunque le falle un poco el idioma. 'Entiendo todo perfectamente, pero hablarlo me cuesta un poquito más', se lamenta el jugador. Un jugador que, como un paracaidista, ha caído sobre los campos de entrenamiento de Majadahonda por petición de Bronzetti y sin previo aviso. Eso sí, según fuentes del club: 'No tiene mala pinta, aunque nadie sepa muy bien de dónde ha salido'.