Ilegalizar a Batasuna
Es fácil ver por qué los españoles sienten que su democracia está amenazada por el terrorismo. ETA, el grupo terrorista vasco, ha asesinado a cientos de militares, policías, políticos y periodistas. Entre sus últimas víctimas se cuenta una niña de seis años. (...) Los concejales del País Vasco necesitan protección las 24 horas del día, a excepción de Batasuna, un partido que simpatiza con los medios de ETA.
Con la mayoría de los españoles asqueados de que Batasuna no condene el asesinato, el Parlamento español pedirá hoy al Tribunal Supremo que ilegalice el partido acogiéndose a una ley aprobada en junio. Pero ilegalizar un partido por su silencio, por muy odioso que sea, hará poco por proteger la democracia o alentar la reconciliación.
Es más probable que eso radicalice la opinión vasca y afiance aún más las divisiones entre la atormentada región y el resto de España. En vez de unir a España en el rechazo al terrorismo, la ilegalización redundará en beneficio de los nacionalistas vascos al confirmar su principal queja: que no tienen un futuro democrático dentro del Estado español.
La ilegalización privará al 10% de los votantes vascos de su partido de elección. (...) A falta de un movimiento político, los partidarios de Batasuna podrían entregarse a actividades más violentas. Seguramente sería mejor para la democracia que las fuerzas del separatismo radical, que han perdido terreno en las elecciones recientes, fueran desafiadas en un debate abierto en las instituciones elegidas y no en la calle. (...)
Londres, 26 de agosto
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