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Crítica:JUEGOS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Raíles infinitos

Soñar no es gratis, cuesta 40 euros. Por esta cantidad se puede construir con Trainz la maqueta de tren que se desee. No importa cuán grande se quiera. Siempre habrá suficientes vías, arbolitos y casas para decorarla en la caja virtual. Igual sucede con las locomotoras y vagones, para combinar libremente y ponerlos a circular al momento. Pero que la imaginación no se detenga, y tras comprobar que no se producirán choques entre convoys, el jugador podrá ocupar la cabina y cruzar la maqueta observando cómo queda.

La afición por los simuladores ferroviarios está muy arraigada en Japón y Australia, país de donde provienen los creadores de este Trainz. Con el potencial de las tecnologías 3-D los programadores de Auran han lanzado un juego que es el sueño de cualquier coleccionista.

'Trainz'

Desarrolla: Auran Distribuye: Friendware Plataforma: Windows Género: Simulador Recomendado: Para todos Precio: 40 euros Internet: trainz.arxeltribe.com

El título posee tres bloques: Colección, Maquinista e Ingeniero, relacionados para ofrecer un producto redondo. Colección permite observar los 65 vehículos que vienen con el juego en un hangar y en 3-D para ver todos los ángulos, y leer su historia. Maquinista sitúa al usuario en el puesto de coordinador de trenes. Mediante un control rotativo puede poner en marcha tantos trenes como haya configurado y situado en la maqueta. Su tarea es comprobar que paren en las estaciones, que no excedan la velocidad para que no descarrilen y que sigan un curso para no provocar accidentes. Ingeniero es la parte de construcción. El usuario podrá poner puentes, ríos, túneles, pueblos enteros y todo lo relativo al ferrocarril para crear la maqueta. Todo en 3-D y de fácil uso al principio y que se complica cuando se decide llegar a un detalle extremo. No hay que olvidar que un tren repleto de pasajeros o mercancías deberá circular por la maqueta, con lo que hay que tener cuidado con las subidas y las curvas excesivamente cerradas.

Trainz puede convertirse en un simulador eligiendo un control manual. El usuario deberá activar las palancas e interruptores que controlan la velocidad, tarea difícil. Hay que prever que las más de mil toneladas de un convoy tardan mucho en detenerse o adquirir determinada velocidad. Trainz es una delicia visual y sonora que gracias a su excelente traducción está al alcance de cualquier aficionado a los raíles.

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