Greenpeace advierte que "fracasaremos todos" si la Cumbre de Johannesburgo da los "pésimos resultados" de la de Río

El director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, expresó hoy su deseo de que la II Cumbre de la Tierra que se celebrará desde el 26 de agosto al 4 de septiembre en Johanesburgo (Suráfrica), concluya con compromisos concretos, lejos de los "pésimos resultados" de la celebrada en Río en 1992, puesto que, de no ser así, "fracasaremos todos". Recordó que, en diez años, se han reducido las ayudas al desarrollo y que la deuda externa de los países más pobres ha crecido en torno al 34 por ciento.

Durante su intervención en el encuentro "Río+10: Las claves de la II Cumbre de la Tierra" de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en El Escorial (Madrid), López afirmó que, diez años después, "se puede confirmar que las reuniones de Río fueron un fracaso", puesto que "supuso dar más poder a los más poderosos".

Para el responsable español de Greenpeace, el hecho de que en 1992 no se trataran realmente los temas de fondo para dar una solución medioambiental, ha provocado que el planeta continúe yendo "marcha atrás", y que no se haya avanzado en aspectos claves como la cuestión financiera. A su juicio, no se ha movilizado una mayor cantidad de recursos para el desarrollo sostenible, y puso como ejemplo el hecho de que el Banco Mundial y el FMI sigan trabajando "como si Río no hubiera existido".

López de Uralde insistió en que uno de los principales objetivos de Río era llegar al 0,7 por ciento de cooperación al desarrollo y que, sin embargo, la cooperación extranjera ha bajado de 69.000 millones de dólares en 1992 a 53.000 millones en el año 2000 y la deuda externa ha aumentado en un 34 por ciento.

PAPEL DE LOS GOBIERNOS

"Los gobiernos no pueden decir que aceptan un compromiso y por otro lado mantener los mecanismos de financiación que hacen que el planeta avance en el sentido contrario", denunció, al tiempo que destacó que las políticas actuales siguen promoviendo el desarrollo económico frente a la sostenibilidad. También se refirió al "papel preponderante" de las grandes corporaciones frente a los gobiernos nacionales, "que renuncian a poner orden en el tablero mundial".

Por estos motivos, el director de Greenpeace afirmó que la ONG barajó la posibilidad de quedarse fuera de la Cumbre, aunque finalmente pensó que era "un proceso demasiado importante" para no participar. Aún así, explicó que, de cara a Johanesburgo, lo importante es elaborar una nueva estrategia porque "si fracasa, fracasaremos todos".

Asimismo, resaltó que la organización ha llegado a la conclusión de que lo fundamental es conseguir que los gobiernos de todo el mundo acuerden pactos concretos, con objetivos, con calendarios y con un compromiso específico de cumplimiento. "Una simple declaración de intenciones como la de Río, no servirá de nada, si es así, preferiríamos que no hubiera acuerdo", aseveró.

De cara a la Cumbre, recordó que entre las demandas propuestas por el Foro Social, se encuentran el establecimiento de un objetivo global de obtención del 10 por ciento de la energía primaria a partir de nuevas fuentes renovables en 2010, alcanzar el objetivo de reducir a la mitad el número de personas sin acceso a agua potable o reducir en un 80 por ciento el volumen de agua que se pierde en el abastecimiento urbano.

Por último, López de Uralde hizo referencia a otras exigencias como desarrollar un marco que asegure la responsabilidad corporativa de las empresas para 2005, e insistió en el "inmediato cumplimiento" del compromiso del 0,7 por ciento que, en el caso español fue la única promesa con plazo (año 2000) que se dio a conocer en Río. "De no ser así, las promesas o acuerdos del Gobierno español no tendrán ninguna credibilidad", concluyó.