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Crónica:FERIA DE SANTANDER
Crónica
Texto informativo con interpretación

La lidia de terneros

No dejaron acceder a los aficionados al apartado. ¿Por qué tanto misterio? A cuerno quemado olía la cosa.

Se aclaró el tema. Por requerimiento del guión tres hierros diferentes iban a componer el espectáculo de la tarde.

Si la empresa presume de escoger ganado bien presentado, el ganadero larga y no para de la integridad y fiereza de sus animales.

Visto lo visto queda preguntarse ¿aquí quién manda? ¿Quizá los apoderdantes de las figuras? Desde luego los que pagan no.

Ante tanto desaguisado ¿qué pintan presidentes, veterinarios y asesores? ¿Tan difícil será aplicar la ley establecida?

La fiesta convertida hoy por obra y gracia del taurinismo en un simulacro corre más peligros. Parece ser a juzgar por las exigencias que se la quiere convertir en un tentadero de terneros. Al tiempo.

Torrestrella / Liria, Tomás, Morante de la Puebla

Cuatro toros de Torrestrella, 2º, 4, 5º y 6º sin presencia, desrrazados. 1º, de Daniel Ruiz, bien presentado; 3º, de Núñez del Cubillo, sin presencia, inválido. Pepín Liria: media estocada en su sitio (ovación y saludos); estocada tendida, media ladeada (silencio). José Tomás: estocada caída y atravesada; dos descabellos (aviso); tres descabellos (pitos); estocada bronca. Morante de la Puebla: estocada ladeada y atravesada (oreja); dos pinchazos, media estocada atravesada, descabello (silencio). Plaza de Santander. 6ª de feria. Lleno.

José Tomás, el esperado, llenó hasta las escaleras de los accesos a los tendidos. Pareció como que había más clientes que localidades. A él no le afectó el baile de corrales. La diosa fortuna. Lote en perfecto estado para una corrida de rejones.

Vergonzosamente abúlico, apagado y apático toda la tarde. Sin criterio, sin distancia, ni sitio. Enganchado y arrollado. Dio la impresión de estar en otros lares. Quizá en su Galapagar del alma esperando la llegada de la transferencia bancaria. Multiplicó por 10 todos los defectos reseñados en el que hizo quinto. Fue despedido con una fenomenal bronca. De nada puede quejarse. Toreó lo que impuso.

Agravio

A Morante de la Puebla por dos series con la mano derecha más de gusto que de exposición, y terminar diluyéndose al natural, se le otorgó la oreja del agravio comparativo. En el que cerró plaza quiso pero no pudo. Enganchado en exceso y sin confiarse, perdió la oportunidad de abrir la puerta grande. El público por fastidiar a la figura se la habría concedido sin duda.

Pepín Liria es torero de otras batallas. Con material dulce y tonto no brilla. Desentona. Despegado, tropezado, arrollado y pesado anduvo el director de lidia. En su haber la voluntad y las ganas de agradar. Está pasando por una mala temporada.

Mañana, con el temor de los aficionados por lo que pueda suceder en los corrales, se espera la presencia de Julián López, El Juli.

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