Ejercicio, alimentación equilibrada y una actitud positiva, claves contra el envejecimiento precoz

"Ejercicio físico, alimentación equilibrada, buen humor y una actitud positiva ante la vida son prácticas que garantizan un freno al envejecimiento precoz", según ha asegurado hoy el catedrático de Fisiología del Deporte, Julio César Legido Arce, en el curso 'Ejercicio físico, salud y envejecimiento' que se imparte esta semana en los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria en Santander.

El ponente destacó que la actividad física proporciona a las personas mayores una mejora de las condiciones fisiológicas, físicas, anímicas y sociales. "La persona se siente atendida, recupera la confianza, se relaciona con los demás y se integra en grupos nuevos, huyendo de la soledad y previniendo deterioros y enfermedades", dijo.

También señaló que la práctica frecuente de ejercicio tiene efectos beneficiosos en determinadas enfermedades. "Los diabéticos aprenden a controlar su dolencia y pueden llegar a rebajar las dosis de insulina, previene la osteoporosis, es un buen tratamiento contra la obesidad, estabiliza las dolencias a los enfermos de artrosis y es básico en la recuperación de quienes hayan padecido infartos".

Además, Legido subrayó que el ejercicio físico eleva la capacidad de lucha y proporciona "una postura positiva ante la enfermedad". Las lesiones más frecuentes en los mayores que practican ejercicio suelen ser articulares y musculares, por lo que es recomendable huir de los deportes de choque, bruscos o que sean emocionalmente extremados.

"Lo ideal, para quienes nunca han realizado ejercicio, es realizar 3 ó 4 sesiones a la semana de unos 30 minutos, que supongan quemar de 200 a 300 calorías diarias", según el catedrático, quien aconsejó la gimnasia, caminar, correr, bicicleta estática, natación, danzas, prácticas de relajación o excursiones. Por sexos, el ponente considera que las mujeres son más aficionadas a realizar actividades deportivas y son más disciplinadas, mientras que los hombres "apuestan más por las reuniones sociales".

El 15% de la población española es mayor de 65 años, una situación "que va a más y que va a derivar en una gerontocracia, ya que el poder lo tendrán los mayores". Ante esta evolución, Legido considera definitivo el papel de los ayuntamientos, "el motor del cambio", y reclama mayor presencia de animadores socio-culturales y monitores deportivos en los municipios.