Los 'miuras' vuelan en el último encierro

Los toros de Miura corren casi siempre en domingo. Su nobleza, su gigantismo, su fuerza, parecen aislarlos del mundanal ruido y la Casa de Misericordia de Pamplona los coloca en las calles el día en que más problemas puede haber a causa del enorme gentío de corredores.

Lo que no suele ocurrir es que, además de todos los ingredientes del riesgo, llueva a la hora del encierro. Y ayer llovió. Una lluvia fina, dorada por el sol recién levantado. Y los miuras, incondicionales de las fiestas, corrieron, casi volaron. Y se portaron bien, a pesar de que uno de ellos repitió el estereotipo que la miurada no solía seguir, el de un toro suelto. Éste sí la siguió. Se quedó al final de Estafeta, se fijó en los estímulos, arremetió contra los vallados, pero no corneó a nadie de puro milagro. Demasiada anchura en la cabeza, decían los mozos. Afortunadamente.

La carrera, de dos minutos y cincuenta segundos, se saldó con un herido de gravedad, Francisco Javier Rodríguez Herrera, vecino de Castellón, de 21 años, que se fracturó la bóveda craneal en el tramo de Telefónica. Al Hospital de Navarra llegaron también Andrés Godés, albaceteño de 31 años, con contusión torácica leve producida en el callejón; Juan José Santarén, de 30 años, pamplonés, con una contusión craneal leve padecida en la calle de Mercaderes, y el logroñés Fernando del Río Martínez, de 28 años, con contusión en el tobillo izquierdo, acabaron también en las ambulancias. Al hospital Virgen del Camino acudió Jesús Cervigón, vecino de Leganés, de 26 años, herido en Telefónica con traumatismo abdominal cerrado.

Mucho golpe pero ni una sola cogida para un encierro bello en el que los cabestros acusaron el cansancio. Los miuras se adelantaron mucho, corrieron sin resbalar y dos de ellos se equivocaron de recorrido y creyeron que la curva del callejón no existía. El resultado fue una arremetida de espanto contra un grupo de personas agarradas al lado derecho del vallado, que se saldó sin mayores consecuencias. Fue la despedida y el cierre por este año. El balance es igual al de 2001: 12 mozos corneados; de ellos, nueve continúan aún hospitalizados entre un total de 40 heridos en las carreras.