Un nuevo escándalo financiero en EE UU sacude las bolsas mundiales

George Bush, a quien este nuevo estallido sorprendió a su llegada a la cumbre del G-8 en Canadá, se manifestó indignado y prometió una investigación en profundidad para descubrir a los responsables. Según la empresa, el principal es el director de finanzas, Scott Sullivan, quien habría contabilizado gastos como inversión, lo que permitió a la sociedad presentar beneficios en 2001 y en el primer trimestre de 2002.

Sullivan, que ha sido despedido, fue un estrecho colaborador del fundador de WorldCom, Bernard Ebbers, quien recientemente abandonó la firma acuciado por las altas deudas (30.000 millones de dólares) en las que incurrió como consecuencia de su ambicioso plan de expansión, en el que destacó la adquisición de MCI en 1998. Ebbers llegó a formar una alianza con Telefónica y BT en 1997 y a formar parte del consejo de la empresa española.Tal era su pujanza, que llegó a cotizar a 62 dólares por acción en junio de 1999. Desde entonces ha perdido casi todo su valor. El martes cerró a 83 centavos, tras perder el 75% en la sesión.

Al tiempo que reconocía este escándalo, la empresa confirmó la puesta en marcha de un plan para reducir la plantilla en 17.000 personas sobre un total de 67.000.

Además del efecto negativo en las bolsas, el escándalo influyó negativamente en el dólar. El euro continuó su recuperación y cerró su cambio oficial a casi un dólar.