Frings, una bestia
Los árbitros. Mejor pensar en errores que ensuciar el fútbol. No creo en equivocaciones premeditadas, creo en los errores. No hay países corruptos, existen personas corruptas. Por muy necios que sean, los que dirigen el fútbol no pueden llevarlo al amaño. Imposible. Si un Mundial es la mejor forma de promocionar este deporte, esta situación arbitral es la peor propaganda posible. Por eso, aunque en esta ocasión hemos sido muy perjudicados, parece lo más oportuno morderse la lengua en defensa del propio fútbol. España tenía que estar en las semifinales y tuvo una derrota dolorosa. Pero lo más grave para el fútbol es que el seguidor le pierda la confianza.
La zona. Han existido jugadores que forjaron su fama en la perfecta interpretación del marcaje individual. Y entrenadores que le decían a alguno de sus futbolistas: 'si Fulano va al váter, tú tiras de la cadena'. Ese papel -¿en qué estaría pensando?- ha pasado a mejor vida. En este Mundial, aunque ayer se vio algún atisbo en la vigilancia de Ballack, no se han apreciado marcajes al hombre. La zona se ha impuesto. Los muy puristas están de enhorabuena.
Pensamiento único. ¿Se han fijado ustedes en los seleccionadores, en su autismo? Pocos son los que hablan con sus ayudantes. Sólo cuando se consigue un gol buscan el abrazo de los que están al lado. ¿No será mejor asesorarse, contrastar opiniones, ver la visión de los demás en cada momento, consultar cada decisión? Generalizar es cometer errores.
Rarezas. Algo pasa en el Mundial que es distinto a cualquier otra competición. Vemos que un país, Turquía, cuya base es el Galatasaray -aunque algunos ya se han marchado-, ha tenido un excelente comportamiento en los últimos años y está haciendo un buen torneo. Ha puesto en apuros a la mismísima Brasil. Y el caso contrario: Torrado y Cuauhtémoc Blanco, que han tenido buenas actuaciones a nivel individual, tuvieron un discreto paso por el fútbol español.
La semifinal. La conexión del Bayer Leverkusen Neuville-Ballack ha desequilibrado un partido incómodo para Alemania. Los germanos mutilaron el lado izquierdo en el ataque con un central haciendo funciones de lateral, Metzelder. El factor campo ha equilibrado un partido de superioridad de los alemanes. Un gol en contra en seis partidos avala a esta selección.
Corea. Ha jugado un papel magnífico en esta Copa. Discreta condición técnica, buena preparación atlética y cierto oficio, impropio de una selección imberbe. Ayer no tuvo llegadas. De sus jugadores, me ha gustado el 22 [Song Chong] por atrevido y hecho. Y el 14 [Lee Chun], un crío, por su participación. Por lo demás, ponderar a Hiddink, un caballero, creíble en lo que dice y en lo que hace.
Alemania. Se podrá discutir su forma de entender el juego, pero es de una practicidad encomiable. Por encima de las estrellas, que no fueron tales, me ha gustado Frings, el lateral derecho. Una bestia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.