'La religión separa; lo laico nos une'
Marcado por la huella profunda que le provocó la guerra de la ex Yugoslavia y con el pesimismo que le impone la historia cruenta de los pueblos, Goran Bregovic deja, sin embargo, una puerta abierta a la esperanza. Su proyecto más reciente, Corazón tolerante, estrenado el pasado 7 de junio en la francesa basílica de Saint Denis y con el que tiene previsto hacer una gira por Europa, une 'lo que no puede unir la razón', las tres grandes religiones monoteístas. Es un concierto en forma de liturgia. 'En todas las religiones, el escenario de la liturgia es el mismo', afirma el músico bosnio, nacido en Sarajevo de madre ortodoxa serbia y padre croata católico y casado con una bosnia musulmana.
'La religión es lo que puede separarnos, lo que vivimos como hombres por encima de ellas nos une; la religión separa, lo laico une', continúa Bregovic. Para ello, ha reunido a la Orquesta Andalusí de Tetuán, el Coro Ortodoxo Ruso de Moscú, un cuarteto de cuerdas de Postdam (Polonia), su Orquesta para Bodas y Funerales, el Coro del Misterio de las Voces Búlgaras y tres cantantes que representan a las tres religiones monoteístas: la tunecina Amina, la israelí Dana International y la macedonia Vasica Jankovsica.
Una pequeña luz
El compositor, que se dio a conocer internacionalmente por las bandas sonoras de las películas de Emir Kusturica, explica así su nuevo proyecto: 'Lo que la Iglesia no pudo hacer en 2.000 años lo he hecho yo en unos meses. No creo que haya resuelto ningún problema, pero es una pequeña señal de que el entendimiento entre los pueblos es posible'.
Pero tampoco pone demasiadas ilusiones en ese acercamiento. 'Después de 2.000 años, los hombres siguen haciendo cosas terribles en nombre de Dios, y un poco de música no va a cambiar nada'. De inmediato matiza, con algo más de esperanza: 'Esta civilización está condenada a reconciliarse; es un camino muy largo que tiene que ser iluminado. Lo que yo hago es poner mi pequeña luz. Es como una boda, la música no decide que te cases o no, pero está mejor una boda con música que sin ella'.
El autor del conocido Kalashnikov -uno de los temas de la banda sonora del filme Underground, de Kusturica- ha terminado un nuevo álbum, Tales and songs from weddings and funerals, que saldrá a la luz en agosto. Un disco con 15 canciones, todas nuevas, en el que ha contado con sus intérpretes favoritos de bodas y funerales de los Balcanes y algunos músicos invitados.
Bregovic fue de joven una estrella del rock en su país. Bijelo Dugme (Botones Blancos) era el nombre de su grupo, con el que editó una quincena de discos, de los que vendió millones de copias. Hasta que a mediados de los ochenta decidió disolver el grupo e iniciar una carrera como compositor. Entonces comenzaría su colaboración con Kusturica y Patrice Chérau y formaría su festiva Orquesta para Bodas y Funerales, que recoge la tradición gitana de los Balcanes y las marchas militares de esa zona.
El músico, que en su encuentro con la prensa el pasado sábado en un hotel sevillano no permitió bajo ningún concepto que le fotografiaran -ni siquiera a la organización del festival Territorios Sevilla 2002, que clausuró esa noche-, no cree que su música haya cambiado desde sus inicios en el rock. 'Siempre fue la misma. Fui joven, me gustaba vestirme con ropa extraña y me gustaba vestir mi música con vestidos extranjeros, con el rock, pero es la misma música, inspirada en la tradición de los Balcanes', comenta.
La industria del cine
No se considera un buen compositor para la industria cinematográfica, pero no renuncia a componer, una o dos veces al año, para pequeñas producciones sin pretensiones pero que para él suponen la ilusión del 'cine como arte importante'. 'Siempre haré por dinero lo que haría de cualquier modo gratis. Sólo lo que me gusta y tengo ganas', remacha.
Acaba de componer la banda sonora del filme escandinavo La música para bodas y funerales, de Uni Straume. En contra de lo que pudiera parecer, no se trata de un documental sobre el popular compositor o su orquesta, sino un largometraje de ficción en el que Bregovic tiene además un pequeño papel. 'El guión estaba escrito antes de que la directora me llamara', asegura el autor de la banda sonora de El tiempo de los gitanos.
Babelia
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