Por un suspiro

Por un suspiro se le escapó al español Dani Pedrosa el triunfo con el que había soñado desde su más tierna infancia. No es que hayan pasado muchos años. Tiene sólo 16, pero se ha convertido esta temporada en el español que tiene más posibilidades de ganar el título mundial de 125cc. Pedrosa (Honda) concluyó segundo, superado en la misma línea de meta por el sanmarinense Manuel Poggiali (Gilera), líder del Mundial, y abanderó la actuación de los pilotos españoles en el Gran Premio de Catalunya, que ayer se disputó en el circuito barcelonés de Montmeló.

Hubo otros dos podios, pero ningún triunfo. En todas las carreras los españoles estuvieron delante, disputando los lideratos. Pero la suerte les fue esquiva. Fonsi Nieto, la gran esperanza en 250, acabó tercero, por detrás de los italianos Marco Melandri (Aprilia) y Roberto Rolfo (Fortuna Honda). En la categoría MotoGP, otro italiano, Valentino Rossi, realizó una de sus habitaules exhibiciones y ganó su quinta carrera de las seis que se han disputado, dejando las otras plazas de podio al japonés Tohru Ukawa (Honda), y a Carlos Checa (Yamaha).

Un momento mágico

Como está ocurriendo este año en la mayoría de las carreras de 125, la decisión no llegó hasta el final. Pedrosa, el penúltimo invento del equipo de promoción ideado por Alberto Puig, mantuvo un duelo a muerte con el actual campeón mundial, Poggiali. Sin embargo, pronto pudo descubrir que el material en el que estaba montado era ligeramente inferior al de su rival. 'Iba dominando la carrera', contó luego el piloto español, 'pero Poggiali me pasaba siempre que yo iba delante. Por eso, al final decidí ir detrás, para evitar que se me escapara en el rebufo'.

Pedrosa vivió su momento mágico y lo hizo vivir a todos los aficionados que ayer llenaron el trazado de Montmeló, cuando en las vueltas decisivas volvió a coger el mando de la carrera y entró en la última curva liderando la carrera. En esa posición encaró la recta de meta, mientras el público, entregado, comenzaba ya a corear su nombre. Sin embargo, el momento mágico se esfumó. Todo se vino abajo, porque Poggiali aprovechó toda su veteranía para salir de la curva por el ángulo interior, apretar el gas a fondo y, otra vez aprovechando el rebufo, salir disparado hacia una victoria que le tocaba al catalán.

Le sobrepasó casi en la misma línea de llegada. Fueron sólo 19 centésimas de segundo. Un tiempo ridículo, insignificante, un suspiro. Pero suficiente para sumar otros 25 puntos y alejarse aún más de sus perseguidores en el Mundial.'Me dio rabia', confesó tiernamente Pedrosa. 'Quería ganar, corríamos en casa'.

Un segundo puesto no es, sin embargo, nada despreciable, cuando hata ahora Pedrosa no había conseguido subir nunca más alto que al tercer cajón del podio.

En cambio, a Fonsi Nieto la tercera posición le supo a poco. 'Era una carrera que podía ganar y se me escapó por un error mío, equivoqué la elección del neumático delantero, porque me preocupaba más el trasero', confesó. Fonsi Nieto estuvo ahí, buscando un lugar idóneo para lanzar su ataque a Marco Melandri en las últimas vueltas. Pero no pudo. A partir de la décima vuelta su moto comenzó a hacerle extraños. Su rueda delantera se deterioró demasiado rápido y le dejó sin armas. Incluso Roberto Rolfo le superó. Tuvo que ser conservador y aceptó de mala gana su papel. 'Lo importante', concluyó al final, 'es que sigo mantienendo el liderato del Mundial'. La distancia con Melandri ha quedado reducida a seis puntos.

La misma clasificación, el tercer puesto, resultó un premio para el catalán de Yamaha, Carlos Checa. El de Sant Fruitós mantuvo el liderato de la carrera durante 13 vueltas, por delante de Tohru Ukawa (Honda), Max Biaggi (Yamaha) y Valentino Rossi (Honda). Todo el mundo sabía que aquellas posiciones no eran definitivas, más que nada porque allí estaba Rossi. Y así ocurrió. Las dos Honda le adelantaron y Rossi se hizo el rey de la pista desde la decimocuarta vuelta. Acabó en festival, y montando el espectáculo en la línea de llegada. 'Hacía tiempo que no lograba un podio en Montmeló y me pareció fantástico', señaló Checa, que ganó en Cataluña en 1996.