Superiores aun no clasificándose

Un Mundial cruel. Las consecuencia de los resultados son inmediatas: caen entrenadores, se aparta a grandes jugadores e incluso se reclama la desaparición de generaciones enteras. No es justo. Las selecciones con más renombre que han caído hasta ahora han luchado hasta el final. No se debe dramatizar. Las declaraciones del señor Lemerre han sido ejemplares, educadas, con un estilo que ensalza su figura en el momento de la derrota.

España, aspirante. Está disfrutando de un buen momento que no debe desaprovechar. Ha sido superior a su rivales. En todos los valores que determinan el rendimiento de un equipo -físicos, técnicos, tácticos y emotivos-, está alcanzando un buen nivel. Ayer jugó con comodidad como consecuencia de esa seguridad. Reaccionó con prontitud a los empates surafricanos y la columna Helguera, Xavi y Raúl mantuvo al equipo. España entra claramente en el grupo de aspirantes al Mundial.

La posición de Helguera. Juega mejor detrás del balón, aunque sus apariciones en el área rival son buenas. Parece que es un jugador estilo Hierro o Pirri, centrocampistas de origen que han buscado su mejor acomodo en el centro de la defensa. Pero tampoco estoy seguro. Es un jugador que, estando al ciento por ciento, aumenta su rendimiento. Todos, pero él mucho más.

Suráfrica. Se fue desmoronando con el paso de los minutos, incapaz de reaccionar a una situación que le alejaba del Mundial.

Argentina. Ni un ciudadano argentino debe estar avergonzado de su selección. Se vació, ayer y antes. Los componentes de la selección eran los más interesados en ganar por dar una satisfacción a todo el pueblo. Sólo puedo achacar su eliminación a la falta de fortuna. Llegó a gol y apenas tuvo apuros defensivos. El morbo que despiertan los grandes equipos alimentan los reproches, pero tanto Francia como Argentina fueron superiores a sus rivales. Aun no clasificándose.

Irlanda. No será un rival asequible. Son competidores por naturaleza y poseen un carácter especial que se transmite de generación en generación. Y no sólo eso. Siempre le aparecen jugadores de calidad: Harte, Kelly, Kinsella y Robbie Keane. No son jugadores cualquiera ni desconocidos. Irlanda saca provecho de los buenos lanzamientos de Harte y de sus rematadores, buenos. Destaca por coraje e ímpetu.

Desproporción. El Mundial está enseñando abundancia de medias puntas (Zidane, Tomasson, Recoba, Ronaldinho, Rivaldo, Ballack, Totti, hasta las apariciones de Olic, Acimovic y Ben Achour), y delanteros centros. Pero pocos hombres de banda. Laterales, algunos por la derecha y casi nada por la izquierda. Y muy pocos centrales.

África. Las expectativas despertadas sólo se han consolidado en la selección senegalesa. Los demás se han ido abajo. Senegal, eso sí, es un digno representante.