Ayala recibe por videoconferencia la medalla de Bellas Artes de Granada

'¡Hola, héroes de la tecnología!'. Así saludó ayer, a través de videoconferencia, desde el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el escritor Francisco Ayala a los miembros de la Real Academia de Bellas Artes de Granada que acababan de concederle la Medalla de Honor. Como el escritor, de 96 años, no podía trasladarse hasta Granada para recibir el galardón, la academia decidió entregarle la medalla de forma virtual.

Ayala, que insistió en que se encuentra ya al final de su vida, hizo un recorrido por la Granada de su memoria y de su infancia, en un tiempo en el que arte se identificaba, 'casi como una plaga', con la pintura. Recordó personajes, evocó sus primeros libros y sus primeros poemas y se mostró realmente agradecido por el hecho de que la academia granadina le hubiera otorgado el honor de la medalla 'en las postrimerías' de su existencia.

El discurso de Francisco Ayala tuvo su contestación con otro del pintor Juan Vida, que resaltó la 'insobornable rectitud crítica y rigor teórico' del autor de Muertes de perro. 'Ayala', dijo, 'es de esos artistas excepcionales que saben establecer un claro distanciamiento sobre sí mismo y sobre su propio oficio, lo que le permite alternar la intuición con la razón'.

El Paraninfo de la Facultad de Derecho de Granada fue el lugar donde se congregaron los académicos para seguir en directo, a través de una pantalla de vídeo, la intervención de Ayala, quien no cesó de bromear en ningún momento durante los preparativos del acto. '¿Os gusta mi corbata?', preguntó. 'Es que he traído varias por si ésta no os gusta'. 'Parece usted un presentador de la tele', replicó Vida.