El Barça vuelve a caer en la maldición de Vitoria
Se consumó el fiasco del Barça. El mejor equipo de la Liga regular y campeón del año pasado termina la temporada en blanco, como el Real Madrid (aunque con un mejor expediente). Una confirmación de que algo ha cambiado en el baloncesto. La noticia no es que ninguno de los dos clubes de fútbol juegue la final. La noticia es que los finalistas, Unicaja y Tau, no la han alcanzado por sorpresa. Entra en el terreno de lo probable. El Baskonia se convierte además en la china en el zapato del Barça. Le ganó la final de la Copa en Vitoria y le eliminó ayer de la Liga.
La diferencia entre el Tau y el Barcelona radica en la chispa. Durante la serie, el equipo de Ivanovic se ha demostrado capaz de destrozar un partido en apenas tres minutos. Un parcial demoledor (el de ayer fue de 14-0 en el primer cuarto), y a defenderlo. Al grupo de Aíto le ha faltado esto. A cambio, ha exhibido fuelle. Soporta mejor el rigor de los 40 minutos porque, a pesar de no contar con Dueñas ni Navarro en condiciones, tiene más profundidad de plantilla. Al final, el ingenio fugaz ha podido con el fondo físico permanente.
TAU CERÁMICA 76| BARCELONA 70
Tau: Bennett (20), Sconochini (9), Foirest (5), Tomasevic (12), Oberto (6); Scola (15), Corchiani, Nocioni (2) y Vidal (7). Barcelona: Rodríguez (2), Jasikevicius (19), Karnisovas (4), Okulaja (20), Camata; De la Fuente (6), Digbeu, Rentzias (5), Dueñas (4) y Alzamora (10). Árbitros: De la Maza, M. Bertrán y García Ortiz. Eliminaron a Nocioni y Sconochini (m. 32). 9.200 espectadores en el Buesa Arena. El Tau se clasifica para la final por un global de 3-1.
Para el Barça, las ausencias de sus dos grandes nombres resultó una carga demasiado pesada. Dueñas, por fin, apareció en la cancha, pero fue una presencia demasiado efímera y a contracorriente. Para marcar diferencias necesitaba más minutos. Navarro ni apareció en la pista. Sin ellos, el Barça es un equipo trotón, salvo cuando entra en efervescencia Jasikevicius. Lo que ocurre es que no siempre se puede repetir la misma jugada.
Ayer, en el cuarto partido de la semifinal, se reiteró el mismo guión de las anteriores victorias del Baskonia. Una tormenta anotadora vitoriana marcó el signo del choque y le obligó de nuevo al Barça a la remontada. El Tau aguantó como siempre, con alguna crisis esporádica pero nunca irremisible. Aíto, lento en algunas decisiones tácticas, lo intentó con Dueñas, con defensa, con todo. Sin embargo, al final sólo le funcionó el recurso habitual, Jasikevicius.
En actitud, el Barça estuvo irreprochable. No se rindió ni con el tanteador en 62-44 a 14 minutos para el final. El base lituano ilusionó a su equipo, hasta acercarlo a sólo tres puntos (72-69, a dos minutos del final). Pero la Liga ACB no está hecha para las individualidades puras. Se necesita algo más, un coro. Unicaja y Tau, en ese aspecto, andan sobrados.
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