El Gobierno dice que habría prohibido la manifestación de Russafa si hubiese sabido que usaría lemas racistas

El secretario de Estado de Seguridad, Pedro Morenés, reconoció ayer en la Comisión de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados que el Gobierno no habría autorizado la manifestación del barrio valenciano de Russafa -convocada el pasado 1 de marzo por Plataforma 2000 y que acabó con graves disturbios- de haber sabido que iba a derivar en el uso de lemas racistas. Morenés atribuyó los disturbios a que la contramanifestación convocada por colectivos opuestos a Plataforma 2000 no fue comunicada a la entonces delegada del Gobierno Carmen Mas. Según el responsable gubernamental, si la contramanifestación hubiese sido comunicada se les habrían otorgado itinerarios diferentes y se habrían evitado los incidentes producidos cuando ambos grupos confluyeron.

Pedro Morenés indicó que las fuerzas de seguridad actuaron sobre 'unos y otros' y explicó que hay diligencias abiertas sobre las dos partes. 'No cabe acusar al Gobierno de ser más permisivo con los movimientos de ultraderecha, porque se actuó contra los violentos, y si no se actuó de otra manera fue porque una de las partes no tuvo la prudencia siquiera de comunicar su intención de contramanifestarse', dijo el secretario de Estado de Seguridad. La manifestación convocada por Plataforma 2000, que originariamente defendía el lema 'Ruzafa limpia, no a la droga, no a la delincuencia, no a la inmigración ilegal', acabó transmutando la frase en 'los españoles primero, alto a la invasión, contra la inmigración ilegal masiva, moros fuera, España no es un zoo'.

Las explicaciones de Morenés no convencieron a la diputada de Izquierda Unida-Esquerra Unida Presentación Urán, que manifestó que el Gobierno no persigue con la misma 'contundencia' las actuaciones de la extrema derecha que las de la extrema izquierda. El diputado socialista Victorino Mayoral criticó la autorización de una manifestación de corte racista en un barrio de inmigrantes.