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Quiero TV cancela los contratos y suspende el cobro de las cuotas y el alquiler de los descodificadores

Rosario G. Gómez

Los socios de la plataforma digital terrestre Quiero TV, con el grupo Auna a la cabeza, aprobaron ayer durante la junta general extraordinaria de accionistas ratificar la cancelación de los contratos en curso y presentar un expediente de regulación de empleo, que afectará a unos 200 trabajadores. Además, a partir del próximo 1 de junio la programación actual será sustituida por otra 'de coste sustancialmente inferior' y se suspenderá el cobro de las cuota de los abonados y el alquiler de los descodificadores desde esa fecha.

Estas medidas se producen pocos días después de que el Consejo de Ministros decidiera no admitir la solicitud de rescisión del contrato de adjudicación de la licencia, firmado en octubre de 1999. El consejo de administración de Quiero TV se encargará ahora de adoptar 'las decisiones que exija el interés social' para que la explotación de la concesión tenga el menor coste posible. No se descarta del cese de las emisiones de los 14 canales -cuyo manteniento cuesta alrededor 24 millones de euros al mes- y difundir sólo la carta de ajuste. En su corta andadura, Quiero TV ha acumulado unas pérdidas próximas a los 400 millones de euros.

Media Park, en contra

En contra de los acuerdos de la junta se manifestó la productora catalana Media Park -uno de los principales accionistas, junto con el grupo Planeta y la británica Carlton-, que ya en la junta del pasado 25 de abril había expresado su disconformidad con el modelo de gestión llevado a cabo por el equipo directivo de la plataforma. Media Park pretendía presentar una acción de responsabilidad de los administradores. La junta entendió que era improcedente y 'carente de toda base'.

Los accionistas de Quiero TV consideran que después de dos años de actividad se ha demostrado la 'inviabilidad' de la explotación de la concesión, a pesar 'del cumplimiento por Quiero TV y por sus accionistas de los compromisos asumidos en su oferta'.

La compañía había previsto unos gastos acumulados en adquisición de contenidos hasta 2010 de 500.000 millones de pesetas (3.005 millones de euros). En su plan de negocio esperaba alcanzar el punto de equilibrio financiero en 2004, con un millón de abonados. Sin embargo, la máxima cota de clientes se situó, en enero del año pasado, en 210.000. Actualmente, apenas rebasaba los 90.000.

Para proceder a una liquidación ordenada de la compañía, Quiero TV ha comenzado ya la resolución de los contratos con terceros y la cancelación de las deudas contraídas con los proveedores. También se propone ajustar su plantilla y mantener únicamente el personal necesario para la explotación del canal de televisión digital terrestre adjudicado por la Comunidad de Madrid y la emisora de radio digital de cobertura nacional.

Tras los acuerdos adoptados por la junta general de accionistas, el comité de empresa de Quiero TV expresó su 'indignación' ante la situación de 'indefensión e injusticia' generada por los gestores de la entidad. Los trabajadores pusieron en duda la credibilidad del fracaso de Quiero, 'una empresa respaldada por accionistas tan importantes, con unas inversiones fuertes en su lanzamiento y un plan de negocio a diez años', pero que antes de su primer aniversario estaba ya condenada al fracaso.

Auna (Retevisión, Amena, eresMas) ha sido, con el 49% del capital, el principal accionista. Antes de verse abocado al cierre intentó la búsqueda de un socio estratégico (Skandia, Telefónica, Bouygues), aunque todas las negociaciones fueron infructuosas.

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