_
_
_
_
LA VENTANA DE MILLÁS

La mujer de Paul Newman

Estoy convencido de que mi vecina es Joanne Woodward, la mujer de Paul Newman. Al principio sólo sabía que me sonaba su cara, que sus gestos me resultaban familiares, pero un día, después de ver El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas, comprendí que era ella. Aunque, si he de ser sincero, esta convicción no ha calmado mi curiosidad. Todo lo contrario, ahora son muchas las preguntas que bullen en mi mente: ¿por qué la mujer de Paul Newman vive de incógnito en un piso modesto del extrarradio de una gran urbe? ¿Por qué lleva esa peluca negra, esas lentes de contacto que oscurecen sus ojos, esa ropa tan desgastada, impropia de una estrella? ¿Por qué ha engordado tanto, y por qué una mujer de su categoría no se arregla la dentadura? No sé, a veces, viéndola tan dejada, casi dudaría que sea ella, pero entonces un movimiento de la mano, una mirada, y recobro plenamente la confianza. Hace ya tiempo que sueño con hablarle, con explicarle cómo la admiro, cómo me gusta, con preguntarle por qué tanto disfraz y anonimato. Sin embargo no me atrevo, tengo miedo, no por ella, claro, sé que es un encanto, es que he observado que un hombre la ronda día y noche. Le odio. Temo que la emprenda conmigo si me acerco a ella. Veo a ese sujeto en la calle, desde la ventana del cuarto que empapelé con las fotos de Joanne, oigo sus pasos en el rellano y a través de la mirilla compruebo que es él. Quisiera estrangularlo. Últimamente he pensado que es Paul Newman, tengo que ver La leyenda del indomable para estar seguro, y otra vez me consumen las dudas: ¿Qué hace Paul Newman rondando a su esposa en mi barrio? ¿Y por qué le han crecido tanto las orejas? ¿Y para qué lleva una guitarra y un sombrero cordobés? Me da igual. No tiene derecho a quitarme a su mujer.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_